El Gobierno de Manuela Carmena ha ofrecido traspasar las instalaciones de la escuela de tauromaquia Marcial Lalanda a la Comunidad de Madrid y no ha variado en su intención de “acabar” con la escuela como servicio municipal aunque sus instalaciones se seguirán manteniendo por ser un bien público.
Así lo ha asegurado este viernes la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, en la comisión municipal de Cultura y Deportes, donde ha explicado que ofreciendo las instalaciones ubicadas en la Venta de Batán al Gobierno regional se evitan duplicidades.
El Ayuntamiento no va a seguir manteniendo la escuela de tauromaquia, “sin perjuicio de que se hayan mantenido esos contratos”, ha añadido la regidora en referencia a los contratos temporales que el Consistorio de la capital ha mantenido desde que en septiembre de 2015 retirase la subvención municipal a esta actividad.
Según ha detallado Carmena, se convino prorrogar las clases siempre que no hubiera “maltrato animal”, algo que “no tiene sentido”, en opinión de la regidora, porque “una escuela de tauromaquia tiene que tener todo el desarrollo” y Ahora Madrid es contrario a los toros en un debate que divide a España y Madrid, según ha subrayado la alcaldesa.
Botella blindó la financiación
Madrid Destino, empresa pública propiedad del Ayuntamiento de Madrid, ha financiado este año con alrededor de 60.000 euros a los profesores encargados de la formación de la escuela de tauromaquia de la Venta de Batán. Una partida, aseguran fuentes municipales, que el Ayuntamiento “está obligada a financiar”.
Según explican estas mismas fuentes, el anterior equipo de gobierno del Partido Popular, con Ana Botella de alcaldesa, otorgó a la formación de la tauromaquia el estatus de servicio público en la ciudad de Madrid en un Pleno de 2015. Dicho acuerdo, explican, “blinda la Venta de Batán a un uso centrado en la tauromaquia que, unido a ese estatus de servicio público, obliga al Ayuntamiento de Madrid a financiar a los profesores encargados de la formación”. El Gobierno del Partido Popular financiaba a través de dos subvenciones a la escuela por un total de 120.000 euros.
En tanto que la escuela taurina es un “bien público”, el Ayuntamiento es “responsable” de “cuidar” el espacio y hacer las obras de mantenimiento necesaria, ha añadido Carmena, que dice estar a la espera de que la Comunidad de Madrid acepte la oferta. “La escuela de la Comunidad de Madrid no tiene terreno y en eso como en tantas cosas intentamos evitar la dualidad”, ha recalcado la alcaldesa.
La primera edil de la capital ha defendido que “no hay sectarismo” en esta medida sino que en “en democracia hay opiniones diferentes” y todas deben tener la “misma capacidad de debate”. “No entendemos que dentro del presupuesto educativo esté la tauromaquia, es la democracia”, ha apostillado.