La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha insistido este martes en que el grupo Wanda sigue adelante con el proyecto para el edificio España, y que continúan las negociaciones para dar una solución al principal escollo para las obras: la fachada. El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, mantiene que no se puede demoler para luego reconstruirla, como pide el grupo chino, aunque admiten que se están buscando una solución para hacer viable “ambas realidades”.
Carmena y Calvo han dado una rueda de prensa en la que buscaban atajar “los rumores” que aseguran que el grupo Wanda abandona su proyecto para el edificio España, que consiste en construir un hotel, un centro comercial y viviendas de lujo, ante la imposibilidad de derribar la fachada y reconstruirla ladrillo a ladrillo.
La alcaldesa asegura que continúan las negociaciones y que han hecho nuevas propuestas para desbloquear la situación, aunque no ha dado más detalles. Calvo ha asegurado que las posturas sobre la fachada no son “tan extremas” como se piensa, y que el grupo Wanda está estudiando las propuestas del Ayuntamiento.
“Estamos en conversaciones, trabajando para articular una solución que combine el mantenimiento de la ley y mantenimiento de los elementos protegidos con las transformaciones que quiere realizar este grupo”, ha asegurado Calvo. El Consistorio, ha señalado, quiere que salga adelante el proyecto.
Ha insistido en que no depende del Ayuntamiento abrir la mano para permitir a Wanda derribar la fachada, porque esa es una decisión de la Comisión de Patrimonio, en la que la Comunidad de Madrid tiene mayoría.
Carmena ha insistido, en contra de lo publicado en algunos medios, que el grupo inversor “no ha manifestado que se marcha”, que su equipo no trabaja con esa hipótesis y que por tanto continúan las conversaciones. Eso sí, no ha aclarado si está prevista una reunión presencial con los responsables del grupo Wanda.
Ell concejal de Desarrollo Urbano Sostenible ha afirmado que el Ayuntamiento está preparado para permitir que comiencen las obras en cuanto se llegue a una solución, y confía en que la situación se desbloquee en dos o tres meses, aunque admite que esos plazos pueden dilatarse.