El caso Máster revive en las elecciones al rectorado de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). El rector que gestionó aquella crisis y el responsable de Educación del Gobierno de Cifuentes cuando estalló el escándalo se verán las caras en los comicios que se celebrarán el 3 de marzo. Rafael Van Grieken, exconsejero autonómico de Educación y catedrático de la URJC, anunció su candidatura en redes sociales un día después de que se conociese la sentencia del tribunal que ha absuelto a Cifuentes, la que fue su jefa durante más de dos años.
Ese mismo fallo —conocido este lunes— ha condenado a tres años de cárcel por un delito de falsificación de documento público a María Teresa Feito, una de sus asesoras en la Consejería de Educación, situada en la calle Alcalá, a escasos metros de la Puerta del Sol. La sentencia reconoce la “participación activa” de esta docente de la URJC en la elaboración de una coartada para Cifuentes —que terminó siendo un acta falsa que acreditase que había presentado su Trabajo Final de Máster— pocas horas después de que elDiario.es publicase el 21 de marzo de 2018 que la expresidenta había obtenido un posgrado de forma irregular.
“Si no me la envías [el acta] Cifuentes os va a matar. A vosotros y al rector”, fueron las palabras que Feito trasladó esa mañana a la profesora Cecilia Rosado, según declaró esta última ante el tribunal el pasado 18 de enero. En sede judicial, Feito reconoció que conoce al que fue su jefe desde hace más de 20 años, cuando los dos eran profesores de la recién estrenada Universidad Rey Juan Carlos. Fue Van Grieken quien le propuso incorporarse a su equipo como especialista en asuntos de bilingüismo, ya que ella está formada en Filología Inglesa y también tiene plaza en la Universidad.
Exasesora condenada a tres años de cárcel
“Esa mujer estaba presente en nuestras reuniones del acuerdo educativo. Era una de sus asesoras más directas”, apuntan fuentes sindicales consultadas por esta redacción sobre la relevancia de Feito en la Consejería de Educación de Van Grieken. El candidato, por su parte, evita pronunciarse sobre la condena a su exasesora. “Mi opinión no es relevante”, indica a elDiario.es, para destacar posteriormente que su antigua subordinada “va a recurrir” la sentencia.
A pesar de que hace dos semanas que acabó el juicio, que la sentencia se conoció este lunes y que en ella se condena a tres años de cárcel a una de sus asesoras, Van Grieken trata de que la URJC y la sociedad pase página del caso Cifuentes. “Hay que pasar ya capítulo a la gestión de aquellos momentos”, destaca. “Esos meses no fueron fáciles para nadie. Una situación de incredulidad manifiesta. Para mi es impensable muchas de las cosas que sucedían. Creo que la Universidad ha puesto todo lo necesario para que ese tipo de comportamientos no se vuelvan a producir”, recuerda el exconsejero sobre los meses en los que se prolongó el caso Máster, que trata de limitar a un suceso “puntual”.
Van Grieken asegura que es capaz de llevar a cabo un “proyecto ilusionante”, a pesar del papel que tuvo en el Gobierno de Cifuentes cuando estalló el caso. “Llevo en la URJC desde 1998. La gente sabe de mi trabajo, de mi esfuerzo y de mi prestigio. Son capaces de aislar ese asunto con respecto a mi candidatura. Tenemos que hablar de futuro, de proyecto. Sé cómo hacerlo. Tengo una experiencia dilatada en el tablero universitario”, alega.
Este docente universitario llegó a la Consejería de Educación, Juventud y Deportes de la mano de Cristina Cifuentes en junio de 2015. Catedrático de Ingeniería Química de la Universidad Rey Juan Carlos, tenía experiencia en la gestión académica ya que había estado al frente de la Aneca (el organismo dependiente del Ministerio de Educación que evalúa al profesorado universitario). Llegó a una Consejería que durante los gobiernos previos, especialmente durante el Ejecutivo de Esperanza Aguirre, se había situado en el centro de la polémica.
Su antecesora en el cargo, Lucía Figar, había optado por una abrir una guerra contra los colectivos que defendían la educación pública. Posteriormente se conoció que en 2011 este departamento autonómico llegó a pagar con dinero público una campaña en Internet contra la denominada Marea Verde, un colectivo de profesores y trabajadores de la educación pública que entonces protestaba contra los recortes de la Comunidad de Madrid. Este encargo fue encomendado a uno de los principales imputados en la Operación Púnica, Alejandro de Pedro. En junio de 2015 Figar dimitió por su imputación en esta investigación judicial.
Las organizaciones educativas destacan su carácter dialogante
La entrada de Van Grieken en la Consejería rebajó las tensiones con los colectivos educativos. Tanto organizaciones que defienden la educación pública como aquellas que abogan por la enseñanza concertada coinciden en señalar el carácter “dialogante” del candidato a rector de la URJC. “De todos los años en los que yo he coincidido con el Gobierno del PP, la época de Van Grieken fue en la que hubo mayor posibilidad de hablar y de interactuar con la Consejería”, recuerda José Luis Pazos, que estuvo durante diez años al frente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos.
Fuentes sindicales añaden que la llegada del catedrático de la URJC a la Consejería no marcó “una diferencia en los elementos esenciales” de la agenda del PP en lo relativo a las políticas educativas, pero destacan que en ese “periodo se firmó el acuerdo sectorial, aunque fue incapaz de generar un consenso en materia de acuerdo educativo”. Por su parte, Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de la Confederación de padres de alumnos (Cofapa), destaca que el exconsejero mantuvo una “colaboración muy estrecha” con ellos “para la implantación de las distintas leyes”. Desde Escuelas Católicas (el brazo educativo de la Iglesia) recalcan “el perfil técnico” y su “carácter sencillo, amable y dialogante”.
A pesar de la interlocución que abrió con las organizaciones educativas, los colectivos más progresistas inciden en que “priorizó la agenda del PP”. “Se ahondó en el trato desigual a la enseñanza pública en comparación con la concertada”, lamentan fuentes sindicales. Durante su mandato se aprobó la creación de tres nuevas universidades privadas: Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef), la Universidad Internacional Villanueva y la Escuela de Negocios y Centro Universitario (Esic). Ante las críticas de los rectores de universidades públicas, Van Grieken defendió que las “solicitudes” realizadas por los campus que querían impartir educación privada “cumplían los requisitos”. “Por lo tanto teníamos que darles salida”, destacó en febrero de 2019.
Ahora que pretende dar el salto al equipo de gestión de una universidad pública, Van Grieken confiesa que “a las universidades públicas les hace falta más financiación para realizar más proyectos y que puedan hacer el papel que tienen en la sociedad”. Y asegura que en el caso particular de la URJC el primer paso para mejorar la inversión pasa por ejecutar entre el 98% y el 99% del presupuesto. “No tiene ningún sentido que 2019 se cerrase con superávit de 25 millones de euros”, apunta. Y destaca que esta es una actuación generalizada ya que en años anteriores se dejaron sin gastar 18 millones por ejercicio.
Preguntado sobre las motivaciones que le han animado a presentar su candidatura, Van Grieken incide en ese carácter abierto a la conversación destacado por las organizaciones educativas. “A la Universidad le hace falta un nuevo rumbo, otra manera de gobernar, escuchar más a los profesores, a los estudiantes y al personal de administración y servicios. Tener un diálogo que no existe. Una discusión de distintas ideas y de las diferencias que existen en la Universidad”, responde el candidato sobre su proyecto de gestión para la URJC. Hasta que no llegue el 24 de febrero, fecha en la que se inicia la campaña, el exconsejero no puede concretar las medidas de su programa. “Ahora solo puedo dar directrices”, indica.
Reprobado por la Asamblea de Madrid por el caso Máster
Al catedrático de Ingeniería Química y expresidente de la Aneca el mayor caso de corrupción universitaria conocido en nuestro país le pilló al frente de la Consejería de Educación de la comunidad autónoma que que se convirtió en epicentro del caso, siendo subordinado de una de las alumnas afectadas y con plaza fija en la universidad en la que se produjeron las irregularidades.
Por la gestión de este caso, el exconsejero fue reprobado por la Asamblea de Madrid con los votos de Podemos, PSOE y Ciudadanos. “Se dedicó a hacer de abogado defensor de Cristina Cifuentes en lugar de actuar como consejero de Educación, en un momento en el que los medios de comunicación pedían explicaciones por los medios y también lo hacían los estudiantes de la URJC”, recuerda Eduardo Fernández Rubiño, el diputado autonómico que promovió esa moción y que ahora forma parte de Más Madrid.
Al desvelarse las irregularidades detectadas en el título de Cifuentes, el ahora candidato a rector de la URJC se mostró “absolutamente convencido” de que la expresidenta “asistiría a clase” del máster como cualquier alumna, de que “cumplió con todo”, informó a sus profesores de su “situación especial” como cargo público y no recibió “trato de favor”. Con el paso de los años, el avance de la investigación periodística y la judicialización del asunto, la expresidenta ha tenido que reconocer que no fue a clase, que sólo tenía interlocución con el director del Instituto de Derecho Público y que al resto de sus profesores no les conocía. La sentencia del tribunal del caso Máster constata que “el desarrollo” de la actividad académica de la expresidenta “ha revelado un conjunto de incongruencias, relevantes, e incompatibles con la actuación regular de un estudiante de postgrado”.
El nombre del consejero de Educación durante el Gobierno de Cifuentes fue pronunciado por varios de los comparecientes que declararon en el juicio. El propio Van Grieken tuvo que declarar como testigo. En su intervención ante el tribunal aseguró que el día que estalló el caso no habló por teléfono ni con la que era su asesora en ese momento ni con la que era su jefa. Sí que estuvo en contacto con “Marisa González”, la que era directora de gabinete de la presidenta en aquel momento, porque “querían asesoramiento de la situación”: “Decían que teníamos que conseguir la documentación en que se habían basado en la URJC para hacer las declaraciones que se hicieron”.
El candidato a la dirección de la URJC expuso ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid que el 21 de marzo de 2018 también estuvo en contacto directo con el que ahora es uno de sus rivales en las elecciones del 3 de marzo, con el rector Javier Ramos. “Le llamé en reiteradas ocasiones pidiéndole la documentación a la que había hecho alusión en esa rueda de prensa”, alegó en el juicio, en alusión a la comparecencia que realizó Ramos junto a dos de los profesores de Cifuentes ese 21 de marzo para asegurar que no existían irregularidades en la obtención del máster de Cifuentes.
Ramos y Van Grieken, viejos conocidos
“La documentación que estaba digitalizada la remitimos a la Secretaria del consejero de Educación según la vamos teniendo”, replicó ante el juez el rector actual, que se presenta a la reelección. Van Grieken justificó su insistencia en localizar los documentos que justificaban el buen hacer académico de Cifuentes porque el asunto “afectaba al Gobierno regional”, la alumna cuestionada “era la presidenta de la Comunidad de Madrid”, “y por supuesto, se ponía en entredicho el comportamiento de las universidades públicas”, apuntó. Reviviendo la actuación de aquellos días, Van Grieken asegura que “nunca” puso en duda que lo que les estaban enviado no tuviese el aval de la Universidad. “Creo que muchas veces estas cosas se analizan con el paso del tiempo sin realmente ponerse en la situación”, destaca.
Van Grieken y Ramos se vuelven a ver las caras en las elecciones al rectorado de la URJC. Son viejos conocidos. A pesar de que pertenecen a especialidades distintas —Van Grieken es químico y Ramos es Ingeniero de Telecomunicaciones— el primero fue miembro del tribunal que le otorgó la cátedra al segundo. Los dos fueron también compañeros en el equipo Pedro González Trevijano, cuando el actual magistrado del Tribunal Constitucional estuvo al frente de la Universidad pública madrileña. En ese momento, cada uno asumió un vicerrectorado. De hecho, el último año en el que el exconsejero de Educación de Cifuentes estuvo al frente de ese departamento coincidió con el curso en el que la expresidenta obtuvo el título sobre derecho autonómico. Junto al rector y al exconsejero de Educación tres candidatos más concurren en estos comicios: los catedráticos Marta Losa, Enrique Cabello y Joaquín Rams.