La huelga de médicos de familia fuerza a Ayuso a comprometerse a retener a los MIR y acabar con la precariedad
Segundo día de huelga de médicos de familia y pediatras en la Comunidad de Madrid y la presidenta regional se ha visto obligada a mover ficha para terminar con unos paros cuyo seguimiento está siendo “alto”, según los sindicatos. Si este lunes Ayuso pedía a los sanitarios que abandonasen la huelga porque se podían colapsar los hospitales, este martes ha cambiado radicalmente el discurso para comprometerse a mejorar sus condiciones laborales de sobrecarga y contratos basura. Por primera vez, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha reconocido que son necesarios más médicos, que no se ofrecen incentivos atractivos a los residentes que terminan su formación en Madrid y que las condiciones de los sanitarios de Atención Primaria son de precariedad.
La Consejería de Sanidad y el comité de huelga de médicos y pediatras de Atención Primaria se reunirán este martes por la tarde para intentar acercar posturas de cara a la desconvocatoria de la huelga a la que están llamados casi 5.000 profesionales –4.240 médicos de familia y 720 pediatras–. Se trata de la segunda reunión entre ambas partes. La primera el pasado viernes terminó con posturas muy alejadas y no evitó que este lunes arrancara la huelga convocada por el sindicato Amyts para denunciar la “crítica” situación de sobrecarga de los profesionales, con agendas infinitas, y reclamar un mínimo de tiempo por paciente.
Las principales reclamaciones tienen que ver con la carga asistencial. Los médicos reclaman agendas con un máximo de 31 pacientes por consulta para los médicos de familia y 21 pacientes para pediatría, un mínimo de diez minutos por paciente, el establecimiento de una única agenda por médico nominal, sin tener que atender pacientes de otras agendas, tal y como está sucediendo actualmente y la consolidación de horarios que permitan la conciliación. También reclaman “mejoras retributivas” que hagan “atractiva la Atención Primaria” y permita “frenar tanto el éxodo” de profesionales que dificulta el relevo generacional.
La Comunidad de Madrid ha recogido estas reclamaciones y la presidenta regional ha avanzado que las tendrán en cuenta. Ayuso ha querido adelantarse al encuentro de esta tarde, anunciando cuáles son las medidas que el Gobierno regional llevará a la mesa de negociación. La dirigente madrileña ha asegurado que desde su administración seguirán aumentando las medidas “que ayuden a acabar con la precariedad laboral, como, por ejemplo, concatenación de contratos temporales”. También se ha comprometido a “implementar un sistema que evite el exceso de las citas, que las racionalice de manera que no tengan extensas horas de trabajo y que sean debidamente y rápidamente remuneradas todas las horas extraordinarias”. Todo ello, pasa inevitablemente por la contratación de más personal aunque hasta la fecha el Gobierno autonómico se ha negado a ello escudándose en que no había médicos para contratar.
En este sentido, Ayuso vuelve a cambiar su discurso para reconocer que no se estaban ofreciendo los incentivos necesarios para que los médicos MIR que terminan su residencia en Madrid, se terminen quedando. La presidenta regional ha asegurado que su Gobierno trabaja ahora en un plan “para asentar a los próximos residentes que el mes de mayo, después de una formación por parte de la Comunidad de Madrid, han de optar por nuevas plazas”. “Yo quisiera que se quedaran con nosotros a trabajar con un incentivo para que les sea atractivo hacerlo”, ha asegurando enmendando sus declaraciones de las últimas semanas.
Según los datos de la Consejería, la mayoría de médicos que afrontan su MIR optan por hacerlo en Madrid. Sin embargo, la administración no es capaz de retenerlos. En junio de este año, la Gerencia de Atención Primaria convocó a 338 médicos de familia que habían terminado su especialidad, para repartir 197 plazas. El fracaso fue mayúsculo: solo logró cubrir 59. Es decir, 279 nuevos médicos ni siquiera tuvieron interés en acceder a un puesto de trabajo para el que llevaban años formándose. Al menos, con las condiciones ofertadas. Con pediatría ocurrió algo similar. De 26 plazas, completaron cinco. Un mes antes se había vivido una situación parecida con una oferta extraordinaria de plazas.
Por primera vez, Ayuso admite la precariedad de las condiciones de los médicos de familia y los pediatras reconociendo la sobrecarga asistencial y los contratos basura. Y también que el Gobierno no ofrece las condiciones óptimas para retener a los MIR.
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