Una de las responsables de la coordinación de los centros para personas sin hogar del Ayuntamiento de Madrid coló a su marido para que le hicieran un test de antígenos en un albergue tras estar en contacto con un positivo. María Ángeles García, funcionaria adjunta del departamento de Samur Social y Atención a personas sin hogar, acudió el pasado 16 de marzo al centro Puerta Abierta junto a su pareja, una persona completamente externa al servicio y a la administración, para someterse ambos a unas pruebas reservadas a trabajadores y residentes, según el escrito que presentado por la plantilla de dicho albergue a Grupo Cinco, la empresa que gestiona el centro municipal, para denunciar el uso fraudulento de los recursos sanitarios públicos. La denuncia también va a registrarse en el área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid.
De acuerdo con la denuncia, a la que ha tenido acceso elDiario.es, la funcionaria solicitó cita en su centro de salud “pero al parecer tardaban varios días en poder atenderla” y llamó mientras estaba de camino al centro para informar de que también se haría la prueba su acompañante. “Aunque se puede entender la preocupación por la demora de la atención de la sanidad pública, lo que no se entiende es el usar de forma individual y privada recursos destinados a un colectivo tan vulnerable como es el de personas sin hogar”, dice el escrito, que detalla que la realización del test de García fue aprobada desde la jefatura del departamento de Samur Social, dirigida por Darío Pérez, y que el “enfermero de servicio tuvo que salir del centro desatendiendo las necesidades de este” al indicarse que no entraran ninguno de los dos a las instalaciones.
El área de Familias, Igualdad y Bienestar Social corrobora que la denuncia es cierta y asegura que ha llamado la atención a la funcionaria por este comportamiento. De momento no se ha planteado ninguna sanción. Una portavoz justifica que solo lleva tres meses trabajando en el departamento. Fuentes sindicales deslizan que había planes para ascender a García antes de lo ocurrido como jefa del departamento de Atención a personas sin hogar del Ayuntamiento de Madrid, aunque la corporación desmiente tal extremo.
La situación ha generado mucha irritación entre los trabajadores de Puerta Abierta por dos motivos. Según el escrito, García dio negativo en la prueba y, acto seguido, visitó el centro de la campaña del frío, en Pinar de San José, pese a que el sanitario le habría prescrito aislamiento por ser contacto estrecho de un positivo. Por otra parte, la plantilla está escamada porque hace un mes, dicen, un test igual se le negó a un trabajador del centro con el argumento de que las pruebas escaseaban en ese momento. “Me encontraba mal desde hace días con muchas flemas y el pecho con mocos. La coordinadora me dijo que me fuera a casa y los compañeros me recordaron que había test rápidos, así que fui a preguntar. Me dijeron que no podían hacérmelo porque no había para todos los usuarios, que estaban contadas”, relata este trabajador en conversación con elDiario.es.
Un trabajador: “Me dijeron que no podía hacerme un test porque estaban contados”
El área de Familias, Igualdad y Bienestar Social defiende que este caso fue puntual y que todos los trabajadores tienen acceso “ilimitado” a las pruebas. En otros albergues, la plantilla confirma a elDiario.es que sí pueden acceder a los test rápidos. El protocolo de la Comunidad de Madrid por el que se rigen estos centros es el mismo que opera para las residencias de mayores y establece que “ante la aparición de síntomas, si el centro dispone de ellos, es recomendable realizar prueba rápida de detección de antígeno en exudado nasofaríngeo”. “En caso de que el centro no disponga de test de antígenos el trabajador debe contactar con su Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL)”, dice a renglón seguido el documento en su última versión, de enero de 2021.
Los trabajadores relatan su descontento con la gestión de los recursos para personas sin hogar desde que estalló la pandemia hace un año. En estos centros residenciales se han producido varios brotes porque las habitaciones son compartidas, de hasta cinco personas, y la dificultad se parece mucho a la que puede darse en una residencia de ancianos por la intensiva convivencia entre los usuarios. El de Puerta Abierta, con 130 plazas, está privatizado y gestionado por Grupo Cinco, que contrata a la plantilla. Se vio muy afectado por un brote que infectó al menos a 20 residentes en septiembre. Tuvieron que ser trasladados a un hotel en Las Tablas.
La directriz es que se aísle a cada caso positivo o contacto estrecho pero el espacio es limitado. “Hubo un momento en el que quisieron traernos a usuarios de otros centros a pasar aquí el aislamiento en la biblioteca”, cuenta una persona de la plantilla sobre las experiencias de los últimos meses. También se refleja en el escrito que se registrará en el Ayuntamiento: “En plena pandemia y cuando se activaron plazas de emergencia en nuestro centro se solicitó que estás personas que iban a pernoctar de forma esporádica en las zonas comunes del centro se les realizara un test de antígenos para poder conocer la situación del centro en cada momento y evitar así posibles contagios en cadena”.
El próximo 1 de abril las personas sin hogar que pernoctan en las plazas estacionales de la campaña del frío tendrán que dejar el albergue. El año pasado se alargó hasta finales de mayo por la situación de pandemia, pero en 2021, el recurso cerrará como si se tratara de un año normal, pese a que la situación epidemiológica sigue siendo preocupante en Madrid.