La limpieza y el IBI de la Iglesia, lo que más ha interesado en el Pleno de Madrid abierto a los ciudadanos

EFE

Multas por ensuciar las calles, la transformación de la flota de autobuses en eléctricos o ampliar la campaña contra el frío son algunas de las propuestas a las han dado voz los madrileños durante el “pleno ciudadano” celebrado este domingo en el Ayuntamiento de Madrid.

Una sesión especial en la que dos de las iniciativas que más interés habían suscitado -la recaudación del IBI a la Iglesia católica y la remunicipalización de los servicios de limpieza- no se han debatido por no comparecer sus promotores.

El Pleno se ha desarrollado manteniendo la rigidez que impone el reglamento, según ha explicado al inicio la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que ha presidido la sesión, a la que han asistido los portavoces de todos los grupos municipales.

Así, cada uno de los ciudadanos ha dispuesto de tres minutos para realizar sus preguntas o plantear sus propuestas, el mismo tiempo con el que contaban los portavoces para responder. De las 341 propuestas presentadas en la web de participación decide.madrid.es fueron escogidas las cinco más apoyadas, aunque solo se han podido debatir tres por la incomparecencia de dos de los proponentes.

Aguirre, en desacuerdo

También se eligieron las cinco preguntas más votadas de entre las 730 planteadas y todas ellas han podido ser formuladas en este “pleno ciudadano”, una denominación que la portavoz del PP, Esperanza Aguirre, ha rechazado, al recordar que no tiene ningún carácter vinculante y puede llevar a engaño a la ciudadanía.

“Esto no es un Pleno, esto es una audiencia pública y nosotros estamos encantadísimos de poder escuchar a los vecinos”, ha dicho Aguirre, quien ha criticado que al Gobierno municipal “le gusta más la democracia asamblearia que la representativa”.

Unas críticas que la alcaldesa ha achacado al hecho de que Aguirre haya llegado una hora y media tarde y “no se haya enterado de todo lo hemos explicado anteriormente: que era una experiencia de participación que la llamábamos pleno”.

Al margen de estas críticas, los representantes de todos los partidos han coincidido en calificar de positiva la experiencia. Así, la portavoz del PSOE, Purificación Causapié, ha considerado que debería repetirse “más a menudo”.

Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, ha valorado que la iniciativa haya permitido que las personas afectadas “te miren a los ojos y te pregunten directamente ¿por qué no puedo construir mi casa? y tu les tengas que dar explicaciones”.

La sesión comenzó pasadas las diez de la mañana y durante las más de tres horas que ha durado se ha desarrollado en un tono correcto y sin interrupciones, a pesar de que se inició con la amenaza de que pudiera verse afectada por el llanto de un niño, que asistía al Pleno en brazos de su madre.

“Aunque un niño llore no nos importa”, ha dicho Carmena mientras daba las explicaciones sobre cómo se iba a desarrollar la sesión, si bien ha recordado que “normalmente no hay niños que lloran en este pleno”. No obstante, ha reconocido que “algunas veces los concejales ”lloramos por dentro“.

Autobuses eléctricos

La transformación de la flota de autobuses para que todos sean eléctricos ha sido una de las propuestas que más consenso ha suscitado. También la construcción de viviendas protegidas y un colegio en Valdebebas, aunque en este caso la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, ha recordado que existe una sentencia judicial que hay que acatar a pesar de que ha sido recurrida.

La imposición de multas a las personas que ensucien las calles también ha sido bien acogida por los portavoces, que han incidido en la importancia de la educación y sensibilización ciudadana.

Cooperativistas en representación de cientos de familias del 'Residencial Maravillas', de la calle Raimundo Fernández Villaverde, y del 'Metropolitan', en las antiguas cocheras de Metro de Cuatro Caminos, cuyos proyectos están ralentizados, también han tenido voz en este Pleno.

Precisamente durante debate sobre las cocheras ha sido el único momento en el que se ha elevado un poco el tono por parte del vecino que ha formulado la pregunta y que tenido que ser llamado al orden por Carmena al pasarse de los tres minutos estipulados.