La presión del barrio impide por cuarta vez el desahucio de Rosi en Argumosa 11
La Justicia ha suspendido por cuarta vez el desahucio de Rosi, una de las inquilinas del número 11 de la calle Argumosa del madrileño barrio de Lavapiés, programado para las 7.30 de la mañana de este viernes.
No ha sido el primer intento. Hasta en tres ocasiones se ha impedido el desalojo de esta vecina gracias a la presión de grupos de apoyo de la Asamblea del barrio, la PAH (Plataforma de Afectados por las Hipoteca) y otros amigos de los vecinos.
La mañana de este viernes, alrededor de las 7 de la mañana, han empezado a reunirse decenas de personas para evitar el desahucio de Rosi. Jóvenes con sacos de dormir y mochilas de montaña han entrado al bloque y al piso de la vecina afectada para preparase ante el posible desalojo.
A Rosi, según el Sindicato de Inquilinos de Madrid, le pretenden subir un 300% el alquiler, de los 400 a los 1.700 euros. Los vecinos del bloque de Argumosa 11 llevan meses de negociación para renovar los contratos, pero desde el sindicato entienden que prefieren echarles para poder subir los alquileres.
Alrededor de las 10 de la mañana, pocos minutos antes de conocer la noticia de que el desalojo se había cancelado, los vecinos del bloque han bajado de sus casas café y bollería para las personas que se encontraban en la acera de Argumosa 11. La concentración ha convocado a varios medios de comunicación, activistas de la PAH y jóvenes que han querido apoyar a Rosi a parar el desahucio.
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