Tres buenas exposiciones gratuitas para ver durante un paseo otoñal por El Retiro

De repente, tienes un día libre entre semana. Quizá urge cogerse los días de vacaciones que restan, a lo peor no tienes trabajo, o simplemente eres dueño de tu tiempo. Pero no tienes un euro. Lo que hoy os proponemos es un paseo mañanero para disfrutar de los ocres otoñales de El Retiro cuando menos gente hay, con un itinerario para disfrutar de tres interesantes exposiciones gratuitas situadas en distintos puntos del parque.

Empezamos el recorrido en la puerta sur de El Retiro. Este itinerario perfectamente podría hacerse al revés, pero nos apetecía echar una ojeada a los puestos de libros de viejo en la Cuesta de Moyano. Desde arriba de la cuesta accedemos al parque, tomamos dirección norte y dejamos la estatua del Ángel Caído a la derecha, hacia nuestra primera parada en el Palacio de Cristal.

1. A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados. Sí, todo esto, tan largo, es el nombre de una sin embargo pequeña exposición de Petrit Halilaj organizada por el Reina Sofía, que podremos ver hasta el próximo 28 de febrero.

Más que una exposición, Halilaj ha hecho una instalación que aprovecha perfectamente el entorno acristalado del Palacio. Al parecer, el artista se ha inspirado en el singular ritual de apareamiento de los bowerbirds, que construyen elaboradas estructuras (bowers) y las decoran con objetos coloridos para atraer a la pareja. A nuestros ojos, lo que se aparece es una delicada e impresionante muestra de arte floral cuyo mayor problema es esquivar a la gente posando para fotografiarse con ellas. Si pasas tiempo en Instagram, te sonarán estas fotos.

Una vez dejamos atrás el Palacio de Cristal y su laguito con aves, seguimos el manto de hojas secas hacia el Palacio de Velázquez. Al llegar al gran edificio decimonónico con bóvedas de hierro, habrás llegado a tu segunda parada.

2. De norte a sur, ritmos. El Museo Reina Sofía también se hace cargo de los contenidos de este espacio, en esta ocasión puesto en valor con el arte abstracto de la artista noruega Anna-Eva Bergman (hasta el 17 de mayo). Se trata de una muestra que saca partido a los espacios amplios y limpios del caserón, abstracciones con fuerza, muchas de gran formato, que precisan de un marco de aire, y cuyos juegos con el horizonte se benefician de las líneas rectas de su entorno.

Como dice el título de la exposición, el ritmo articula la misma y, probablemente, el elemento más llamativo de la obra expuesta es la utilización de diferentes materiales, entre los que destacan los de brillo metálico.

Te interesará si te gustan los paisajes y no te da miedo la abstracción.

Conversando o pensando sobre lo que acabamos de ver –según vayamos solos o acompañados– seguimos ahora la linde del Estanque de El Retiro para toparnos con una propuesta pictórica muy diferente.

3. Los caminos de la mirada. Así se llama la propuesta de la pintura Paula Varona, que podemos ver en la Casa de Vacas hasta el próximo 27 de diciembre. Lo más destacable de los oleos figurativos de Varona es el protagonismo indiscutible de la luz. Medio centenar de lienzos que, simplificando, podemos separar entre los cuadros dentro de museos, donde el público de las obras de El Prado o los transeúntes del Guggenheim son los protagonistas, y aquellos que muestran escenas urbanas, en los que la luz sobre las arquitecturas más reconocibles de las ciudades (por ejemplo, Madrid) atraerán nuestra mirada.

No estoy seguro de que el arte de Paula Varona sea el tipo de pintura que agrada a la crítica –por el exceso de luz y por la cercanía de algunas propuestas a lo decorativo– pero lo que es seguro, a tenor de los comentarios de la gente, es que sorprende mucho al visitante de la exposición.

Después de una hora larga de recorrido artístico-otoñal (y gratuito), nosotros salimos por la calle de Alcalá pero el parque está tan bonito que, bien abrigados, podríamos haber echado allí la mañana entera.