Hasta octubre del año 2097. Esa es la fecha en la que el Ayuntamiento de Madrid podrá recuperar legalmente las tres parcelas cedidas a la Iglesia Católica en los distritos de Usera, Villa de Vallecas y Aravanca. La fecha de caducidad la ha puesto la adjudicación municipal definitiva, que se produjo esta misma semana, como recoge la documentación publicada en el portal de contratación a la que tuvo acceso Somos Madrid.
La cesión tiene carácter gratuito, aunque el Arzobispado de Madrid tendrá que abonar 666,52 euros en concepto de pago por la publicación del anuncio en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, para el caso de la parcela situada en en el cruce de las calles Honrubia y Puerto Porzuna, en el Ensanche de Vallecas. Por los terrenos cedidos en el Camino de la Zarzuela (Aravaca) abonará 655,86 euros. Idéntica cifra a la que pagará la Comunidad del Cordero, entidad adjudicataria de la parcela situada en los números 17 y 19 de la avenida de Córdoba (Usera), a un paso del Metro.
Las parcelas cuentan con un valor de 757.304,95 euros, según los cálculos del área de Desarrollo Urbano, entidad que gestionó toda la operación. La parcela de más valor (419.862,95 €) es la de Aravaca. Allí el Arzobispado de Madrid tiene intención de construir “un templo y las dependencias para atender las necesidades pastorales y sociales de la Archidiócesis” junto a la parroquia San Josemaría Escrivá de Balaguer, dedicada al fundador del Opus Dei.
En agosto de 2021 el área de Obras certificó que el consistorio no tenía intención de usar la parcela, de 3.321,32 m2 de superficie, por lo que autorizó la cesión, que quedó también corroborada por la Junta de Moncloa-Aravaca. Tendrá calificación de uso dotacional (el mismo que el de una biblioteca o una escuela) como equipamiento básico religioso. Hace unas semanas y antes de que se produzca oficialmente la adjudicación, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, certificó su apoyo expreso a la operación participando en una carrera destinada a recaudar fondos para la construcción del nuevo templo. En ella participó además la concejala de distrito, Loreto-Sordo (PP).
La otra parcela solicitada por el Arzobispado de Madrid, ubicada en el Ensanche de Vallecas, cuenta con unos 2.000 metros cuadrados y está valorada en 236.121,60 euros, según los servicios municipales. La cúpula eclesiástica quiere elevar allí “un templo y las dependencias para atender las necesidades pastorales y sociales de la Archidiócesis(...), dotando a los vecinos de atención religiosa”.
La tercera parcela ha sido entregada a la Comunidad del Cordero, única entidad presentada al concurso, para construir allí un monasterio de monjas dominicas. Cuenta con 3.500 metros cuadrados y 4.900 de edificabilidad. Pese a su tamaño y buena ubicación, enfrente de la parada de Metro de Almendrales, los técnicos municipales la valoran en solo 101.320,40 €.
Vecinos del distrito de Usera se movilizaron para protestar por la próxima cesión del Ayuntamiento a la comunidad religiosa a través de una recogida de firmas que alcanzó los 1.800 apoyos. En su lugar proponían construir “un instituto público, algo que beneficiaría a toda la comunidad indistintamente de sus creencias”. O también instalaciones deportivas “como un gimnasio o una piscina cubierta”.
La adjudicación se ha producido por concurso público, aunque como estaba hecha a medida de las entidades demandantes, no hubo ninguna otra candidatura de Iglesias, Confesiones y/o Entidades religiosas sin ánimo de lucro inscritas en el Registro de Entidades Religiosas. Una vez efectuada la adjudicación, el cesionario dispone de varios meses para presentar el proyecto constructivo y después otros dos años para ejecutarlo. La duración de la concesión será de setenta y cinco años, plazo que comenzará a contar a partir de la formalización.
El Ayuntamiento de Madrid ha dejado bien atadas las cesiones por si se produjera un cambio de gobierno en 2023: entre las cláusulas previstas se encuentra la de “ ser indemnizado de los daños y perjuicios materiales efectivamente sufridos” si otra futura corporación intenta un “rescate o modificación de la concesión demanial”. Además, permite al concesionario “ceder a un tercero la totalidad de los derechos y obligaciones” y subrogarse “previa y expresa autorización del órgano competente”.