Las más de 300.000 personas que acudirán a vivir a los nuevos desarrollos del sureste de Madrid tendrán al Bus Rapid como principal opción (en la mayoría de casos será la única) para moverse en transporte público por los barrios que proyecta la capital. El Ayuntamiento de Madrid ha presentado este lunes su solución para transportar a sus futuros vecinos, a través de un bulevar que se extenderá a lo largo de 16 kilómetros y que contará también con zonas verdes y carriles bici.
La llamada Gran Vía del Sureste se extenderá a lo largo de los seis barrios en construcción (Valdecarros, Ensanche de Vallecas, Los Berrocales, Los Ahijones, El Cañaveral y Los Cerros), que quedarán conectados con una línea de Bus Rapid Transit (BRT) similar a la que el consistorio ya ha desplegado en Valdebebas y Sanchinarro, con prioridad semafórica y vehículos de gran capacidad.
La línea de BRT -que aún no cuenta con fecha de puesta en marcha- tendrá una plataforma central reservada con 115.760 m2 de superficie total. Según el consistorio, se proyectará para ofrecer altas frecuencias de paso a los usuarios y contará con tres intercambiadores de transporte, enlazando con la Nueva Centralidad del Este desde El Cañaveral y enganchará al sur con la estación de El Pozo.
El BTR está siendo utilizado en muchas ciudades europeas para desarrollar líneas de transporte público que anteriormente se desplegaban con tranvías. Su uso fue reivindicado durante la campaña electoral del año 2023, cuando el actual equipo de Gobierno presentó la línea de Valdebebas y Más Madrid apostó por construir 207 kilómetros de vías reservadas para los BTR en toda la ciudad.
El Ayuntamiento de Madrid opta por planificar una línea BRT ante la falta de alternativas al transporte público prevista por el resto de administraciones en los desarrollos del sureste. La zona, donde se planifican 120.000 viviendas, solo está conectada con Metro a través de la línea 1, que finaliza en la estación de Valdecarros. El suburbano, que depende de la Comunidad de Madrid, no llegará a El Cañaveral, donde el Gobierno de Ayuso descarta ampliaciones de la red, y está pendiente todavía de aprobarse una nueva estación entre Los Berrocales y Los Ahijones, que aprovechará el paso de la línea 9 de Metro que va hasta Rivas. El primer concurso para diseñarla fue declarado desierto por la Consejería de Transportes hace unos meses, después de registrar desavenencias con este último municipio.
En cuanto a la red de Cercanías, el Ministerio de Transportes no ha anunciado ningún tipo de construcción o ampliación de la red para que las vías férreas lleguen a los nuevos desarrollos del suroeste.
Zonas verdes y carriles bici
El proyecto de construcción presentado este lunes cuenta con diez tramos diferenciados y un ancho variable que abarca un máximo de 100 metros (como el del paseo de la Castellana) en la zona de El Cañaveral, Ensanche de Vallecas, Berrocales y Ahijones, cuyo eje central será un bulevar peatonal naturalizado que podrá llegar hasta los 37 metros de ancho (una dimensión similar a la calle Serrano).
Actualmente solo se encuentran ejecutados los tramos de esta vía que discurren por El Cañaveral y el Ensanche de Vallecas, que deberán ser adaptados al nuevo modelo por parte del Ayuntamiento de Madrid. Se favorecerá la intermodalidad, reduciendo la superficie del viario para los vehículos privados a la mitad (de 587.225 m2 a 286.420 m2) para ganar espacio para otros modos de movilidad sostenibles. Por ejemplo, el espacio para la bicicleta llegará a los 90.710 m2, dando lugar a un carril bici bidireccional de 14 kilómetros. El incremento de las zonas verdes casi se duplicará (un 45 % más), pasando de 430.795 m2 a 624.350 m2.
Una vez que se ha presentado el proyecto, la oposición lo ha recibido con críticas porque -según el PSOE- llega “25 años” tarde con un diseño urbanístico pensado “para la promoción inmobiliaria y el vehículo”, ha dicho el concejal socialista Antonio Giraldo al recordar que la Gran Vía del Sureste, en los tramos ya ejecutados, “es una vía inhóspita de 12 carriles y casi 100 metros de sección”.
En este caso “está bien ganar espacios verdes pero los desarrollos del sureste son islas en la ciudad” y cree que se debería aprovechar el espacio para dotar de equipamientos a los nuevos barrios. “Si piensan que en un desarrollo con 300.000 personas una línea de bus rápido va a dar solución a una ciudad como Granada...” se cuestiona el edil.