Una de las grandes justificaciones del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para explicar el trazado de su polémica ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid queda en entredicho. La tubería de abastecimiento del Canal de Isabel II no atraviesa el Paseo de las Yeserías, según los propios planos de la empresa pública de gestión del agua y frente a lo que consta en el que la Comunidad incluyó en la declaración de impacto ambiental del proyecto, publicada sin previo aviso el pasado mes de julio.
Esta circunstancia cobra especial relevancia ya que el Ejecutivo regional ha insistido en la afectación al Canal de Isabel II como un motivo de peso para explicar el cambio en la ubicación de la nueva estación Madrid Río. Cuando el plan salió a información pública en 2019, su colocación estaba originalmente planteada en el Paseo de las Yeserías.
Pero la Consejería de Transportes conformó otro proyecto distinto al anunciado para la licitación de la obra. Cuando se hizo público, en 2022, los planos mostraban dos transformaciones muy relevantes con respecto a la idea inicial: la aparición de una nueva estación no prevista sobre el parque de Comillas y la citada reubicación encima del parque de Madrid Río. Con su trasvase al interior del parque de Madrid Río, las obras suponen hasta 106 talas y 56 trasplantes según la última actualización de la iniciativa.
El equipo de Ayuso lo amparó en la incidencia en la red del Canal de Isabel II y el tráfico de la M-30. Ahora el primero de estos motivos se tambalea. Fuentes de la Consejería de Transportes argumentan a Somos Madrid que “no se han manipulado mapas”, sino que “son planos esquemáticos con una ubicación aproximada de las conducciones”. Matizan asimismo que “fue el Canal, en sus alegaciones a nuestra petición de impacto ambiental, quien en abril de 2021 advirtió de que el proyecto colisionaba con sus infraestructuras”.
Unas explicaciones que no convencen al concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital Álvaro Fernández Heredia. El edil denuncia la “manipulación” de un plano del Canal de Isabel II “para justificar la ubicación de la estación de Madrid Río dentro del parque de Arganzuela”. Y añade: “Más Madrid exige la subsanación de esta grave irregularidad, así como que la estación se construya en el Paseo de Yeserías y no dentro de este espacio verde”.
El grupo municipal que lidera Rita Maestre ha registrado este lunes una docena de alegaciones a la modificación del proyecto de la línea 11 de Metro. La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid ha hecho lo propio con casi 80 páginas de alegaciones, mientras que las asociaciones y colectivos que integran la plataforma #YoDefiendoEsteÁrbol han presentado un escrito de 90 páginas que califican de “enmienda a la totalidad” con todo tipo de críticas, indicaciones y mejoras al proyecto de la Comunidad de Madrid. En su opinión, la última declaración de impacto ambiental es “una chapuza” con la que la Comunidad de Madrid “intenta hacer trampas”. Asimismo, alertan de que la modificación del plano de la tubería “invalida el resto del documento” y “puede tener consecuencias penales en caso de ser intencionada”.
“Si esto se aprueba tal y como está nos encontraríamos ante una ilegalidad muy grave. En el documento de alegaciones pedimos que se identifique a los responsables que puedan dar el visto bueno al plan actual, para considerarlo en caso de que debamos tomar medidas legales”, explican en declaraciones a este medio desde la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial.
Sostienen además que el nivel de protección 2 del parque de Arganzuela “no permite la construcción de una estación de Metro en su interior”, por lo que de llevarse a cabo “se estarían vulnerado las normas del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid”. “El proyecto es tan poco riguroso que ni la Consejería de Medio Ambiente ni el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento pueden darle su visto bueno. No se puede aprobar y más bien habría que reiniciarlo completamente”, concluyen.