Este jueves la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó el proyecto de Residencial Metropolitan, una operación urbanística lanzada en 2014 para construir más de 400 viviendas sobre el terreno que actualmente ocupan las cocheras de Cuatro Caminos, entre los barrios de Vallehermoso y Ríos Rosas. El plan parcial incluye la construcción de una torre de edificios de hasta 31 plantas y más de 100 metros de altura (más alta que el Faro de Moncloa), además de otros edificios residenciales y dotacionales y un parque público.
El proyecto inicial fue aprobado por el Ayuntamiento en un pleno de verano de 2017 a falta de que los responsables del proyecto, constituidos en forma de cooperativa, aplicaran varios cambios y aportaran información adicional sobre el plan que se asentará sobre unos terrenos vendidos por Metro de Madrid a Residencial Metropolitan.
La aprobación había sido adelantada a mediados de mes por la concejala de distrito, Esther Gómez, y supone el primer paso para que la construcción se inicie este año, después del periodo de alegaciones y el visto bueno por parte de la Comunidad de Madrid. También deberá pasar antes por el pleno del Ayuntamiento, aunque el PSOE apoya también la puesta en marcha de este plan, al igual que PP y Ciudadanos.
Una vez que sea aprobado, el Grupo Ibosa, que gestiona el proyecto, soterrará primero las cocheras del Metro y después procederá a la urbanización de la zona, se tramitarán las licencias de obras pertinentes y se iniciará la construcción de los tres edificios residenciales contemplados. Calcula que las viviendas podrían estar en uso en tres o cuatro años, siempre que el proyecto no se frene en los tribunales.
Varias asociaciones, en contra del proyecto
“Una y otra vez, nuestros responsables poliÌticos sacrifican nuestra Historia y nuestro legado urbano, en pos de proyectos urbaniÌsticos de dudoso beneficio puÌblico y que agravan los ya consolidados desequilibrios de los barrios”. Con esta dura frase arranca un comunicado suscrito por Madrid Ciudadanía y Patrimonio (MCYP), Ecologistas en Acción y el colectivo Salvemos Cuatro Caminos, entre otros, en el que muestran su oposición a la aprobación.
A su juicio, el proyecto “no favorece en nada a la ciudad, ni ha tratado en ninguÌn momento de buscar una solucioÌn en la que se compatibilizase la conservacioÌn de nuestro Patrimonio HistoÌrico”. Las asociaciones denuncian que el plan parcial “inclumple presuntamente varios preceptos urbaniÌsticos y genera nuevas desigualdades con una muy cuestionable zona verde (consistente en una losa de cemento que se eleva a casi diez metros sobre la parte sur, con rampas y escaleras que impiden un faÌcil acceso) y una torre de 31 plantas y maÌs de 100 metros de altura que aparece en una zona elevada de la ciudad y con mucho impacto paisajiÌstico en un espacio muy expuesto”.
El texto hace hincapié también en que el proyecto de Metropolitan “preveÌ la desaparicioÌn” de las citadas Cocheras de Cuatro Caminos, construidas en 1919 y que son calificadas como “una de las piezas de Patrimonio Industrial maÌs interesantes de la ciudad y con gran capacidad de ser recuperada y reutilizada”. Salvemos Cuatro Caminos considera irregular el aumento de la edificabilidad que obtuvo la operación en 2014 y recuerda que se ha interpuesto un contencioso administrativo por la no proteccioÌn patrimonial de la Comunidad de Madrid hacia las Cocheras de Cuatro Caminos.
El pasado mes de marzo el lugar acogió un festival de arte urbano, durante el que se abrieron al público las instalaciones y se pudo contemplar de cerca los característicos tejados en sierra de las instalaciones, sus espacios interiores, los techos, las grúas del complejo y las puertas de entrada para los convoys, intervenidas con obras artísticas, que también colonizaron otros espacios.
[Fotogalería: las cocheras de Cuatro Caminos, abiertas al público]
El Ayuntamiento ha pedido a Residencial Metropolitan que reduzcan la volumetría de la torre prevista, además de que se protejan tres elementos de las Cocheras: la embocadura del túnel; los restos de fachada de la casa Tuduri a la calle Esquilache; y el cerramiento lateral de la nave-cochera a la calle Esquilache, informa ABC.