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Colectivos vecinales advierten de que el nuevo plan de Almeida sobre las Cocheras de Cuatro Caminos vuelve a ser “ilegal”

Somos Chamberí

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El nuevo proyecto para levantar una torre de 40 plantas sobre las antiguas Cocheras de Metro en Cuatro Caminos, junto a otros edificios, no va a tener un camino fácil. Los mismos colectivos que se unieron para tumbar en los tribunales el primer plan acaban de hacer pública su larga lista de alegaciones al segundo, en las que advierten del “proyecto presuntamente ilegal” que pretende llevar a cabo el equipo de Almeida por “numerosas irregularidades”.

“El Ayuntamiento de Madrid vuelve a proteger el interés particular”, lamentan más de un año después de la desaparición de las instalaciones centenarias. En una nota de prensa, indican que la modificación puntual del Plan General del Ordenación Urbana (PGOU) “es más especulativa que el anterior” porque “la edificabilidad es tan elevada para beneficiar aún más al promotor, incrementando el número de plantas respecto al plan urbanístico anulado definitivamente por el Tribunal Supremo este año”, recuerdan. Un “agresivo rascacielos” que -recuerdan- “supera todas las alturas circundantes” sobre la única zona verde del barrio, el Parque Santander.

Las alegaciones presentadas por Madrid Ciudadanía y Patrimonio, Salvemos Cuatro Caminos, Corazón Verde, Parque Sí en Chamberí, Ecologistas en Acción Madrid y la FRAVM reclaman que el área de Desarrollo Urbano, de la que depende esta redacción, explique por qué es necesario modificar el PGOU de 1997 “para conseguir los mismos objetivos que ya prevé el Área de Planeamiento Remitido (APR) vigente”. También piden una explicación sobre el incremento de la edificabilidad, que se justifique la elevación de la torre de viviendas y también la cualidad del soterramiento de las Cocheras.

Los colectivos vecinales se preguntan por qué no se adjunta el expediente de demolición del edificio, que afectaba al Patrimonio, pues constaba de dos fases y “era una licencia concedida de forma muy irregular”. No obstante, piden que “en caso de continuar con el proyecto se permita la visibilidad del túnel histórico”.

Los colectivos alegrantes -Madrid Ciudadanía y Patrimonio, Salvemos Cuatro Caminos, Corazón Verde, Parque Sí en Chamberí, Ecologistas en Acción Madrid y la FRAVM- no descartan volver a recurrir el proyecto ante los tribunales si el Ayuntamiento persiste en su aprobación definitiva

En tribunales desde hace ocho años

Metro de Madrid vendió en 2014 el solar que ocupan las Cocheras de Cuatro Caminos. Lo hizo por 88 millones de euros a la citada cooperativa, reunida alrededor de la promotora Ibosa. Su proyecto, que fue modificado durante la legislatura de Manuela Carmena, fue muy discutido por asociaciones de Chamberí, el distrito sobre el que se asienta, que reclamaban el valor de estos talleres del suburbano, un patrimonio industrial único en Madrid tanto por su diseño como por su antigüedad.

Agrupadas bajo la plataforma Salvemos las Cocheras de Cuatro Caminos, varias asociaciones se dedicaron durante años a explicar la importancia de este espacio (para el legado queda esta página web con abundante información histórica) y también a levantar un muro judicial “que impidiera la pérdida del patrimonio”, explicaban. Primero pelearon en los tribunales para que todo el complejo fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC) para su protección definitiva y después intentaron demostrar que los cambios urbanísticos para albergar la operación fueron ilegales. El TSJM y después el Supremo les dio la razón en lo segundo.

A pesar de los tribunales, el derribo de las cocheras se consumó el 8 de junio de 2021 gracias a un permiso de demolición concedido por el Ayuntamiento de Madrid, aprovechando que la sentencia del TSJM estaba recurrida en el Supremo y no era firme. La historia de los primeros talleres, almacenes y garajes del Metro de Madrid, construidos en 1919, quedó reducida a escombros en un solar sobre el que ahora está paralizada la construcción de cientos de viviendas.

Sabedores de su probable victoria en la sala de juicio, las asociaciones demandantes propusieron convertir parte de las cocheras en un museo del suburbano y hacer compatible el proyecto urbanístico con el patrimonial, pero ni Comunidad de Madrid, ni Ayuntamiento ni Residencial Metropolitan se mostraron abiertos a negociarlo.

En juego está la consecución o no de un proyecto que incluye levantar seis edificaciones con 58.500 metros cuadrados y que fue aprobado de forma definitiva en julio de 2019 por el Ayuntamiento de Madrid. Votaron a favor PP, Ciudadanos, Vox y Más Madrid. Solo el PSOE se opuso a esta operación urbanística que sacó adelante el Gobierno de Almeida pero que dejó lista el de Manuela Carmena.

En el momento de su aprobación, el Ayuntamiento de Madrid calculaba que las obras de construcción de las viviendas durarían cinco años y puso como fecha de ocupación de las mismas agosto de 2024. A día de hoy, que todo el proyecto acabe en los dos años que restan para esa fecha es cuanto menos incierto.