Se repite la historia en una escuela de fotografía de Madrid. En junio la histórica EFTI cerraba sus puertas sin informar antes al alumnado, dejando su formación sin concluir y sin otorgar una vía para devolverles las cantidades abonadas por sus cursos o másteres (cifras que llegaban a superar los 20.000 euros). Ahora es Too Many Flash, la autoproclamada “escuela del emprendimiento fotográfico”, la que ha cesado de la noche a la mañana sus 12 años de actividad en el número 29 de la calle Gaztambide de Chamberí.
Una repentina clausura que afecta al menos a 50 alumnos y a varios docentes que trabajaban o colaboraban en el centro como autónomos. Laura (nombre ficticio), una de las afectadas, explica a Somos Chamberí que las clases se inicieron en octubre y debían continuar hasta julio. Por el momento, y a la espera de más información, se queda sin formación y sin título después de abonar 8.000 euros al completar su inscripción el pasado verano.
Cuenta que la mayoría de másteres, como el de Fotografía de Boda, el de Fotografía y Posproducción o el de Moda y Publicidad, rondan esos mismos precios. Y en todos ellos han estado “como si nada” los dos primeros meses, de forma que esta inesperada noticia les ha impactado más si cabe. “No nos lo olíamos, por mucho que ahora ves cosas en retrospectiva y todo encaja: no ponían la calefacción aunque hiciera mucho frío o las licencias de Adobe para utilizar los programas estaban solo en algunos ordenadores”, relata Laura. Habla también de “profesores que faltaban un día sin que nadie nos avisara (al parecer ya habría problemas con sus nóminas desde septiembre) y nos recolocaban en clases de otros másteres que no tenía nada que ver”.
En cualquier caso insiste en que nada les había preparado para el comunicado que recibieron este martes 7 de enero por la mañana: “Nos dicen de repente que cesa la escuela y toda su actividad. Ha sido exactamente igual que en EFTI: argumentan que la situación es inviable por cuestiones económicas, pero eso ya lo sabían cuando pagamos las matrículas. Tenían un precedente superclaro e inmediato con la citada escuela de fotografía, pero aun así decidieron no poner límites”.
En el documento de Too Many Flash enviado a sus alumnos después de haber finalizado su actividad, al que ha tenido acceso este diario, la escuela asegura que “a partir del 8 de enero cesará su actividad de manera definitiva”. Dicen que “la decisión ha sido tomada tras una cuidadosa consideración y debido a las dificultadas económicas originadas a partir del confinamiento y los cambios en el mercado que han hecho imposible que, después de un año de búsqueda de soluciones económicas, el proyecto sea viable”. El escrito, firmado por La Dirección, expresa su “agradecimiento” al alumnado sin ofrecerles alternativas concretas, habilitando eso sí un mail para consultas o información adicional.
Según expone Laura, los trabajadores fueron despedidos el pasado 4 de enero y durante las fiestas navideñas todas las instalaciones han sido desmanteladas. “No han dejado ni las sillas”, apunta. Too Many Flash sí les ha convocado a un encuentro este mismo miércoles a las 12.30, en el que sobre el papel les darán más datos sobre lo sucedido.
En cualquier caso, el alumnado ya se está organizando para una respuesta comunicativa y judicial que les facilite recuperar su dinero. Para ello están en coordinación con afectados de EFTI y con algunos miembros de su equipo legal. “Allí todavía no han recibido ni un euro y la cosa va para largo, pero les hemos pasado cláusulas y contratos para que lo estudien”, afirma Laura. La afectada resalta que, según han podido saber recientemente, Too Many Flash pertenece al mismo grupo empresarial que la tienda de fotografía barcelonesa Foto K y ahora tratan de establecer comunicación con dicha entidad.
Proyectos vitales truncados: “Todo el esfuerzo fue en vano”
Pero al impacto económico hay que sumar el emocional, como se desprenden de estas declaraciones de la afectada. Muchas personas se trasladaron desde distintas partes del país y del mundo para cursar su docencia, gestionando incluso visados: “Una compañera de México ha tenido que hacer mil trámites para demostrar que podía permitirse estar aquí, y además tiene que pagar un piso pagado hasta agosto. Así está mucha gente”.
Es también el caso de Catalina, procedente de Costa Rica, y cuya situación ilustra además que la forma de proceder de la escuela ya era errática antes de esta clausura: “Yo supe de Too Many Flash en 2022. Empecé a informarme y tramitar todo para venir a España y entrar en el siguiente curso. Llegué a Madrid en marzo del 2023. Entré al segundo año del máster porque ya tenía conocimientos de fotografía. Pague el máster y la especialización, tramité mi visa desde Costa Rica y todo fue genial. Después de unos meses de estar acá mi madre enfermó y estuvo un mes internada en el hospital. Como yo dependo económicamente de ella, me mudé a Málaga por una oferta de trabajo como fotógrafa en el verano (perdiendo dos meses de clases)”.
“Le conté a la escuela lo que había pasado y me dijeron que todo bien, que no había problema con las clases perdidas. Cuando regresé en septiembre me había perdido demasiadas clases para continuar. Así que me ofrecieron comenzar de nuevo el máster, obviamente volviendo a pagar pero con un ”descuento“. Acepté porque no quería perder lo que ya había invertido. Cuando estaba firmando la matrícula me enteré, días antes de iniciar el curso, que la modalidad había cambiado y ahora no era un año, si no que lo habían comprimido todo en tres meses, para que los extranjeros ”pudiéramos ir a cursar“ y regresar a nuestros países en el tiempo que nos otorga la visa de turista. Lo que significaba que no nos iban a renovar los visados. Les pedí una devolución del dinero, a lo cual se negaron”, cuenta Catalina.
“Como ya había invertido todos mis ahorros en venir y cursar con ellos (y en pagar el máster dos veces) decidí quedarme, aunque mi situación legal no pudiera ser renovada. Yo les consulté si eso iba a afectar en algo el poder terminar los estudios y que me entregaran el título, y ellos dijeron que no había problema. Cuando terminamos el máster en su modalidad de tres meses nos dijeron que no nos iban a dar títulos hasta terminar la especialización y hacer las prácticas. Pero yo no las podía hacer si no tenía visado, porque ninguna empresa iba a aceptarme sin permiso laboral. Ahora estaba cursando mi especialización, y a solo un mes mes de terminar nos enteramos que todo el esfuerzo y dinero invertido fue en vano. Nos cierran de un día para otro, como si no importara”, expone visiblemente afectada.
Te hacían sentirte a ti responsable de su caos y su falta de profesionalidad. Incluso me amenazaron diciendo que no comentase mi situación con compañeros por si mi caso sentaba un precedente
Una tercera estudiante que prefiere no dar su nombre habla también de anteriores “desplantes y falta de coordinación y respeto” por parte de la escuela: “Les denuncié hace un mes porque era alumna de sábados (por motivos laborales ) y me obligaron a cambiar el horario, después de dos años académicos. No había otra opción para ellos, así que después de reuniones a las que no se presentabandecidí denunciar. Además nos modificaban el horario todas las semanas, se ausentaban los profes y repetían contenido. Era una risa y una falta de profesionalidad increíble”.
“Ellos me propusieron para poder terminar los estudios que firmase unas cláusulas abusivas y acabar el máster online, sin embargo, en esas cláusulas no sé comprometían ni a grabar las clases, ni a subirme los recursos, ni a cumplir con el horario establecidos. Daban por hecho ya que no me iban a dar clase, aunque fuera de manera implícita. Era un absurdo todo”, añade esta estudiante. “Y encima te hacían sentirte a ti responsable de su caos y su falta de profesionalidad. Incluso me amenazaron diciendo que no comentase mi situación con compañeros por si mi caso sentaba un precedente”.
Este periódico ha tratado de contactar tanto con Too Many Flah (cuya página web como redes sociales han sido ya eliminadas) como con Foto K para conocer los motivos del cierre y de que se haya ejecutado sin avisos previos, así como para disponer de información relativa a las devoluciones del dinero abonado por el alumnado o el pago de las nóminas de los docentes autónomos. Por el momento no han atendido las consultas ni trasladado respuesta alguna.