El Ajoblanco es como el salmorejo o el gazpacho, cada cocinero tiene sus proporciones y sus variantes.
PREPARACIÓN:
De nuevo es una de las elaboraciones que menos trabajo dan y según la batidora que utilices obtendrás una textura de terciopelo, la Thermomix es una joya para esto. Aunque el auténtico ajoblanco se hace a mano de mortero.
A falta de tiempo, introduce en el vaso de la batidora el agua, el pan, la almendra y el ajo, tritura y emulsiona a continuación con el aceite de oliva, el vinagre de Jerez y sal. Pruébalo para rectificar si fuera necesario y pasa el ajoblanco por el chino. Deja enfriar en el frigorífico hasta el momento de tomarlo.
Es habitual acompañar el ajoblanco con uvas y melón, también con anchoas o jamón, pero puedes ponerle lo que desees, nosotros hemos hecho algunos cuencos con gambas, huevas y unas gotas de aceite de sésamo, otros con tomatitos y aceite de hierbas, o simplemente con huevas y una ramita de perejil.