El borrador del decreto sobre viviendas de uso turístico elaborado por el equipo de Cristina Cifuentes no convence ni a vecinos ni a hosteleros, que se están organizando para presentar un aluvión de alegaciones al texto que regulará esta actividad en la Comunidad de Madrid.
La Coordinadora de Asociaciones de Vecinos del Centro de Madrid se ha puesto manos a la obra y ha puesto en marcha una campaña en la que invita a los vecinos y vecinas de Madrid a presentar de manera «masiva» alegaciones al nuevo decreto.
Uno de los puntos que a su juicio es uno de los mayores problemas es el relativo a que la prohibición de este tipo de alojamientos en un edificio concreto requiera el voto por unanimidad de su junta de propietarios. Una condición que para el presidente de la Asociación de Vecinos de Chueca (AVChueca), Esteban Benito, hace prácticamente imposible parar este tipo de actividades, sobre todo cuando se trata de un único inversor que compra un inmueble.
Por ello, desde la Coordinadora instan a los residentes en el distrito Centro a presentar alegaciones a través de un formulario tipo en el que solicitarán que la versión definitiva del texto recoja un cambio de enfoque incluyendo como «condición ineludible» que la autorización para instalar pisos turísticos requiera del voto favorable de una mayoría de los vecinos.
En paralelo, la Asociación de Vecinos de Chueca (AVChueca) ha puesto en marcha esta semana una recogida de firmas en Change.org en el mismo sentido, pues consideran que la normativa propuesta por el equipo de Cifuentes «no responde a los intereses vecinales ni al negocio legal de los hosteleros, sino a especulaciones puras y duras».
Todo un despropósito para los hoteleros
Los hoteleros madrileños tampoco están nada contentos con el Decreto de viviendas de alquiler de uso turístico (VUT). La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) denuncia la incoherencia del borrador y lo califica como «el más laxo del mundo», al renunciar «completamente al espíritu que motivó la regulación originaria de las viviendas de uso turístico en el documento que ahora se modifica», explican en un comunicado.
Para la AEHM el texto que propone la Comunidad de Madrid «está concebido fundamentalmente para favorecer la desregulación en beneficio de ciertos intereses empresariales pese a los enormes problemas sociales y económicos que implica esta actividad».
Además, consideran que el punto relativo a que las viviendas de uso turístico puedan ser cedidas por habitaciones sin abordar en ningún momento la regulación de las condiciones en que puede ofertarse. Por este motivo, la AEHM exige que los propietarios de las viviendas de uso turístico tengan la obligación de que la cesión del uso del inmueble se efectúe en su totalidad, «sin que sea posible la cesión del uso por habitaciones», pues para esta práctica ya existe el régimen jurídico de las pensiones.
Otra de sus alegaciones es que el negocio de las VUT sea calificado como “actividad económica” y reclama incluir una calificación expresa de la actividad relativa a las viviendas de uso turístico como “actividad económica”, con la finalidad de disipar las dudas acerca de la existencia de la obligación de los propietarios de tributar por las rentas generadas, siguiendo la senda que ha marcado la Agencia Tributaria estatal al crear un nuevo modelo 179, relativo a la cesión de viviendas con fines turísticos que, a partir del mes de julio del año 2018, obligará a las personas y entidades que presten servicio de intermediación en dicho sector y a presentar determinada información para fijar las correspondientes obligaciones fiscales.
Respecto a la distinción entre apartamentos turísticos y viviendas de uso turístico, la AEHM remarca que es tremendamente vaga y confusa, ya que la única diferencia entre ambos radica en si el inmueble se dedica en exclusividad o no a la actividad.
En cuanto a la medida que habilita a las comunidades de propietarios a prohibir en sus estatutos el desarrollo de la actividad relativa a las viviendas de uso turístico la AEHM considera que en la práctica «carece de toda virtualidad o eficacia pues bastaría que el propietario que destina su vivienda a la actividad turística votara en contra de la adopción de la medida para que ésta no alcanzara la unanimidad requerida», tal y como denuncian las asociaciones vecinales.
Entre las peticiones a la Comunidad de Madrid, los hosteleros madrileños han solicitado la obligatoriedad de formalizar por escrito el acuerdo entre propietario y usuario de la vivienda de uso turístico y que el propietario coloque una placa distintiva en el exterior del inmueble en el que esté situada la vivienda de uso turístico con las siglas “VUT”.
Además, insisten en fijar un límite de 3 meses de plazo para la adecuación de las viviendas de uso turístico ya existentes a la nueva normativa y tipificar como infracción grave la actividad clandestina, ya que para AEHM es prioritario luchar contra la precariedad laboral que el fenómeno de las viviendas de uso turístico está propiciando.
Para finalizar, la AEHM ha puntualizado que lo que está en juego es el modelo de ciudad y que para garantizar su sostenibilidad, es necesario alcanzar un adecuado equilibrio entre la satisfacción de las demandas turísticas y el cumplimiento de las exigencias para garantizar a los ciudadanos madrileños una vida de calidad.
«Creemos que el barrio, sus vecinos, son los que hacen ciudad y, al mismo tiempo, debemos evitar los elementos que han generado un incipiente y muy negativo movimiento de turismofobia», explican desde la asociación hotelera, por lo que apuestan por un crecimiento controlado y sostenible de la oferta turística que no distorsione el precio de la vivienda.
También ha advertido del efecto que ya está teniendo esta actividad de pisos turísticos sobre el mercado inmobiliario: «Muchos grandes fondos están comprando viviendas con este fin; tiene mucha rentabilidad y muy bajo control».