Críticas a un “pelotazo” de Almeida desde el escenario municipal de San Isidro: “Madrid no es de los buitres”

Diego Casado

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Había expectación por el concierto de uno de los grupos más contestatarios que había programado el Ayuntamiento de Madrid para sus Fiestas de San Isidro. A las 21.05 estaban programados Biznaga en la pradera de San Isidro, escenario principal para las más de 60 actuaciones musicales propuestas por el equipo de Almeida y la explanada estaba casi llena, esperando sus riffs de guitarra y sus letras mordaces.

El grupo desencajó sobre el escenario una colección de canciones llenas de crítica social, con un repertorio basado especialmente en su último disco, el aclamado Bremen no existe. Pero se guardó para casi el final de su concierto un discurso contra uno de los proyectos municipales más discutidos por los madrileños: el plan para convertir un centro comercial en cientos de pisos de lujo junto a Madrid Río.

“Cerca de aquí tiene lugar una lucha por parte de un colectivo vecinal, en el paseo de la Ermita del Santo, contra el pelotazo de la Quinta del Sordo”, explicaba uno de los miembros de Biznaga al público asistente. “Un nuevo caso de especulación inmobiliaria que sin duda lo que va a hacer es cambiar la zona para siempre, por supuesto para mal”, continuaba entre aplausos.

“Digo esto porque a esta ciudad se la disputa cada día y en cada barrio para que no acabe convertida en un no lugar, que es lo que algunos pretenden. Madrid no es de los buitres. Madrid nos pertenece, pertenece a la gente que lo habita y que pelea porque sea un sitio habitable. Para todos vosotros va esta canción”, concluyó antes de iniciar Madrid nos pertenece, un tema que fue coreado por toda la explanada.

No fue el único momento reivindicativo más allá de las canciones. Poco antes se había desplegado una enorme pancarta entre el público, protestando contra el traslado del féretro de José Antonio Primo de Rivera al cementerio de San Isidro, anexo a la pradera. Una decisión que atrajo a cientos de falangistas hasta el lugar.

“Fuera la Falange de Carabanchel”, rezaba la pancarta, que se acompañaba del símbolo antifascista y que fue mostrada acompañada de bengalas rojas mientras sonaban los compases de Adalides de la nada.

Un “pelotazo” con gran oposición vecinal

El proyecto que el Ayuntamiento de Madrid quiere aprobar sobre la Ermita del Santo es una de las operaciones urbanísticas más discutidas de la legislatura de Almeida. El consistorio intenta cambiar la calificación del suelo del centro comercial La Ermita desde deportivo a residencial, quintuplicando el valor de los terrenos, propiedad de capital venezolano.

El área de Desarrollo Urbano aprobó el verano pasado y sin apenas información pública el proyecto, que incluye levantar varias torres de pisos de lujo de 25 y 28 plantas, que romperán el perfil del barrio, plagado de pequeños edificios, y serán perfectamente visibles desde la propia pradera de San Isidro.

Desde que lo medios de comunicación informaron sobre esta operación urbanística, numerosos vecinos se levantaron en contra de lo que consideran un “pelotazo” a través de varias manifestaciones. La última tuvo lugar el pasado miércoles, después del pregón de fiestas en la plaza de la Villa. Este domingo, a las 13.00, mantearán simbólicamente a un pelele con la cara de Almeida en la pradera de San Isidro, junto al busto de Goya.