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Madrid cumplió en 2023 por amplio margen los límites de contaminación por NO2 de la Unión Europea

El Ayuntamiento de Madrid respira hondo este 2023. Lo puede hacer porque por primera vez ha llegado a los últimos días del año con los deberes hechos en materia de contaminación atmosférica, cumpliendo por amplio margen con los niveles máximos exigidos por la normativa comunitaria.

A falta de contabilizar los datos de los últimos días, todas las estaciones de la red municipal se encuentran muy por debajo de los límites de dióxido de nitrógeno (NO2), marcados en 40 microgramos por metro cúbico de media al año. El medidor situado en Plaza Elíptica, que mantuvo en vilo a los responsables municipales los últimos años, se ha quedado en 36 µg/m3, la misma cantidad que en Villaverde. Son las dos estaciones con más contaminación en la capital. Las siguientes marcaron 33 µg/m3 de media.

Tampoco se superaron en 2023 el máximo horario de 200 µg/m3 en ninguna de las estaciones. Solo Villaverde (196) y Plaza Elíptica (195) se acercaron a esta cifra.

El descenso llega en un año en el que se han ampliado las restricciones a los vehículos sin etiqueta (de tipo A), los que más contaminan. Desde hace doce meses tienen prohibido circular por la M-30 y su interior los de este tipo que no están domiciliados en la capital, restricción que se acaba de ampliar este 1 de enero también al exterior de la M-30. El año que viene, por estas fechas, tampoco podrán circular los coches de tipo A domiciliados en Madrid.

También funciona desde 2022 una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) con multas alrededor de la estación medidora de Plaza Elíptica, la segunda de la ciudad después de Madrid Central, que llegó a principios de 2019. Ambas han resultado clave para la mejora de la calidad del aire en Madrid, aunque en los primeros tres meses de 2022 la idea de Plaza Elíptica pareció no funcionar. El área de Movilidad y Medio Ambiente, dirigida por Borja Carabante, siempre confió en que esta medida serviría para cumplir con los límites comunitarios.

Su postura contrasta ahora con la que tuvo al llegar a Cibeles junto a Almeida, cuando intentó dejar en suspenso Madrid Central, medida que tuvo que revertir obligado por la justicia. Desde entonces, su departamento ha ido cumpliendo las medidas incluidas en el Plan A de calidad del aire que aprobó Carmena e incluso ha añadido otras como la de la Zona de Bajas Emisiones de Plaza Elíptica, las ayudas a las compras de coches eléctricos o la sustitución de autobuses municipales por otros menos contaminantes o eléctricos.

El resultado de estas políticas ha sido una reducción en la contaminación y una mejora de la calidad del aire generalizada. Lo muestra el siguiente cuadro, donde se puede observar el descenso progresivo en los niveles de NO2 salvo en 2020, año con mucha menos movilidad por efecto de la pandemia.

Lo próximo que le espera al Ayuntamiento de Madrid en cuanto a las medidas anticontaminación será el encendido de las cámaras que multarán a todos los vehículos A que circulan por la M-30 e interior el próximo 15 de enero, poniendo fin a un año de venia que el área de Movilidad concedió a sus conductores, con avisos pero sin sanciones.