La delegada de Obras ha anunciado este martes la fecha de apertura de la nueva Puerta del Sol después de sus obras: abrirá el lunes 3 de abril, justo antes de las vacaciones de Semana Santa. Pero lo hará de forma incompleta, porque la marquesina de acceso al Cercanías -conocida popularmente como ballena o tragabolas- permanecerá en esa fecha, ya que el Ayuntamiento de Madrid está pendiente de recibir los permisos necesarios por parte de Adif.
“Abriremos a finales de marzo, principios de abril, pero el tragabolas seguirá allí hasta tener los permisos”, ha apuntado Paloma García Romero, quien ha celebrado que los trabajos de remodelación estén “a tope”. “En la actualidad estamos en plena coordinación con la Dirección General de Patrimonio porque han aparecido restos arqueológicos, y cuando tengamos el permiso, cerraremos”, ha señalado en declaraciones recogidas por Europa Press.
La remodelación de la Puerta del Sol, que supone su peatonalización definitiva, contempla sustituir la actual entrada a Cercanías por un pabellón transparente con el objetivo de “liberar a la plaza de uno obstáculos que impedían una visión total del espacio”. Este pabellón que sustituye a la 'ballena' tendrá forma oval de manera que no se formarán ángulos que impidan la vista, integrándose también con las formas curvas de las fachadas de la plaza.
Estará construido íntegramente en vidrio estructural, soportes, cerramiento y cubierta, salvo por una viga central de acero apoyada en tres soportes del mismo material. Además, la estructura vertical es de costillas de vidrio estructural, mientras que la estructura horizontal consta de una viga central aligerada de acero apoyada en tres soportes de acero, y vigas secundarias en forma de costillas, de vidrio estructural.
La reforma de Sol y su entorno ha supuesto una inversión de 10,7 millones de euros. Desde el Ayuntamiento aseguran que dará como resultado la “peatonalización definitiva de la plaza y de todas las calles que convergen en ella”. Además, reivindican que se recupere “el vacío central y la arquitectura del espacio sin añadir elementos sustancialmente nuevos que lo desvirtúen”. Para muchos expertos y parte de la ciudadanía, sin embargo, han causado controversia aspectos como la ausencia de arbolado o los recursos destinados a una nueva intervención de la céntrica plaza en detrimento de otros espacios públicos de la ciudad con necesidades más acuciantes.