“Si la reina Letizia va, ¿por qué yo no?”. Esto fue lo que pensó la nieta de Franco, Carmen Martínez-Bordiú, antes de coger un coche de alquiler eléctrico y plantarse en Malasaña, buscando ver in situ “ese fenómeno cultural del movimiento hipster”, cuenta en su blog.
Martínez-Bordiú quiso emular a la reina de España y se paseó por varios de los lugares que Letizia Ortiz pisó recientemente: hizo una parada en la plaza de San Ildefonso para fotografiarse frente a La Bicicleta Café y luego pasó también por la calle Pez, donde los reyes compartieron en septiembre una cena. También pasó cerca -no sabemos si era consciente de ello- de una zona con nuevos edificios, construidos sobre los cimientos de los antiguos, que fueron devastados por los bombardeos que ordenó su abuelo durante la Guerra Civil, en el cruce con la calle Marqués de Santa Ana.
“Aparecer subida en un skateboard ya no era de mi edad, y tampoco llegué en bicicleta como fue mi primera intención. Me conformé con entrar en el bar y tomarme una caña”, narra sobre su experiencia, que también consistió en sentarse en otro lugar “para ver cómo viste la gente” y resumió con un “lo he pasado bárbaro”.