El pasado domingo publicamos una imagen de la esquina de la calle Minas con Pez en la que alguien había cubierto con pintura blanca los carteles publicitarios que llenaban los cristales del local que antes ocupó un herbolario. La acción se completaba con un sencillo cartel que decía “Calle libre de publicidad”.
El mismo día en el que publicamos ese artículo, nuevos anuncios habían tapado ya la pintura blanca. Una semana después hemos querido ver cómo había evolucionado este espacio. “¿Quién estaría tapando a quién?”, nos preguntamos.
Para nuestra sopresa, terceras personas habían intervenido sobre el lugar. Sobre dos de los ventanales, pintado sobre los papeles pegados, un par de coloridos grafitis. El tercer ventanal estaba copado por anuncios varios.
Es curioso observar cómo los pegadores de carteles habían respetado los dos murales y cómo algunos muros del barrio parecen tener vida y cambiar de 'ropa' a diario como lo hace cualquier vecino.
Dentro de una semana, ¿quién sabe lo que habrá en Minas con Pez? Seguramente ya no lo contaremos aquí, pero es posible que cualquiera de nuestros curiosos lectores pase a descubrirlo por sí mismo.