El socavón de Pez reaparece cuatro siglos después

El texto reproducido sobre estas líneas no fue escrito esta semana, aunque haga referencia al mismo elemento que la fotografía que figura justo encima (también sacada en la madrugada de un domingo). Lo publicó Gonzalo Torrente Ballester en 1989 dentro de su libro Crónica del rey pasmado y narra sucesos acaecidos durante el reinado de Felipe IV, en el siglo XVII.

Por increíble que parezca, la situación ha vuelto a repetirse en la misma calle (incluso en el mismo punto, en su confluencia con la calle San Roque). Allí apareció la pasada semana este nuevo socavón. La coincidencia la descubrió (y colgó en Facebook) el observador Juan Carlos Ruiz, vecino del barrio.

El nuevo socavón pervivió en la calle Pez durante más de una semana, para que pudieran admirarlo todos los vecinos y transeúntes que por allí pasaran, hasta que los servicios municipales tuvieron a bien reparar la herida abierta en mitad de la vía. Aunque, nos tememos, el remiendo es de dudosa calidad y probablemente necesite una segunda intervención en breve, habida cuenta del desnivel que todavía persiste y que ha quedado como recordatorio de un agujero ya clásico en el centro de Madrid.