La proclamación del nuevo rey de España ha tenido estos días un efecto inesperado en los edificios de Malasaña. Ana Botella pidió a principios de semana que los madrileños engalanaran sus balcones con la enseña nacional, como muestra de su adhesión a Felipe VI. Sin embargo, algunos vecinos tomaron la propuesta y le dieron la vuelta para -según la misma lógica- mostrar su repulsa al procedimiento de relevo con un símbolo republicano...