La calle San Hermenegildo era probablemente la más incómoda de las que quedaban en la zona de Conde Duque. Tanto para los coches como para los (pocos) peatones que la atravesaban. El motivo era la estrechez de sus aceras y los aparcamientos ajustados en una vía estrecha, que obligaba a coches y furgonetas a subirse a las aceras cada vez que atravesaban el tramo final de esta vía.
Pero dichas estampas, denunciadas durante años por los vecinos de la zona -algunos incluso con cartas publicadas en este periódico- se han acabado este verano con las obras que ha iniciado el Ayuntamiento de Madrid para arreglar la calle. Los trabajos, presupuestados en 917.820,89 euros y ejecutados por Pacsa dentro de un contrato marco, están sirviendo para rebajar bordillos, adoquinar la vía y urbanizarla a imagen y semejanza del resto de calles cercanas, que han sido arregladas por el consistorio en los últimos años.
Las obras abarcan la propia San Hermenegildo y otras perpendiculares como el fondo de saco de San Dimas o la zona de Acuerdo más alta.
Con la reforma de San Hermenegildo el Ayuntamiento de Madrid pone fin a los arreglos de una zona del barrio de Universidad prometida y presupuestada por Manuela Carmena, que el Gobierno de Almeida retiró a su llegada al poder pero que luego ha ido ejecutando por fases, hasta completar esta última, cinco años después de lo inicialmente planificado.
El ejecutivo de Ahora Madrid rebajó primero bordillos en las calles Palma y San Vicente Ferrer, además de arreglar también Amaniel, que no pudo contar con plataforma única por cruzar por allí una línea de autobús municipal. Luego la actual concejala de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, amplió los trabajos a vías como San Dimas, Quiñones, Montserrat o Noviciado. También el entorno de Mostenses, en la parte baja de esta zona, fue reformado recientemente con peatonalizaciones y una reordenación del tráfico.