Mensaje ecologista por San Valentín, colocado sobre un atasco de coches: “Si el amor está en el aire, en Madrid es tóxico”

Somos Madrid

14 de febrero de 2024 11:20 h

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Una pancarta colocada por Ecologistas en Acción este miércoles, 14 de febrero, ha reclamado al Ayuntamiento de Madrid más acciones para frenar el tráfico con un guiño al patrón de los enamorados. “Si el amor está en el aire, en Madrid es tóxico”, reza el lema escogido por la entidad.

La pancarta destaca sobre uno de los puentes de la M-30, la autovía de circunvalación madrileña, que en el momento de tomar las imágenes de la acción registraba atascos. En una nota posterior al despliegue del mensaje en la Pasarela de la Paz, los ecologistas destacan que “en Madrid fallecen cada año unas 3.000 personas a causa de la contaminación atmosférica”, según diversos estudios científicos.

En el mismo comunicado recuerdan que para reducir estas graves cifras de mortalidad, está previsto que la Unión Europea apruebe una drástica actualización de la normativa comunitaria que reducirá notablemente los niveles tolerables de los distintos contaminantes y que se deberá aplicar en los próximos años.

El Ayuntamiento de Madrid cumplió en 2023 con los límites actuales fijados por la UE para el dióxido de nitrógeno, con bastante más margen de lo conseguido en 2022 y, dentro de su plan previsto para reducir las emisiones de tráfico, impedirá a partir de 2025 la circulación de cualquier coche con etiqueta A en todo su municipio, incluido los de los residentes.

Ecologistas en Acción considera insuficientes estas medidas para llegar a los nuevos límites que marcará la UE. Y lamenta la última campaña municipal explicando el cumplimiento de los límites comunitarios al NO2: “Es inmoral que el consistorio gaste dinero público en decir que Madrid por fin respira, como hizo el año pasado, o que Madrid tiene otro aire, como está haciendo en lo que va de 2024, en lugar de tener más ambición para mejorar el aire de la capital”.

También alertan los ecologistas de que otro contaminante, el ozono troposférico, se ha convertido en un problema habitual en la capital, especialmente durante los veranos, debido a las superaciones de los valores objetivo, que “empeoran de forma creciente en los últimos años”.