La Casa de Alba se suma a la transformación del centro de Madrid en un hotel gigantesco. Lo hará con la transformación de dos inmuebles de oficinas, que cambiarán de uso para albergar a turistas, según el plan especial que tramita el Ayuntamiento de Madrid a petición de Carlos Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, propietario de ambos inmuebles.
El proyecto, que ha sido avanzado por El Confidencial, prevé levantar 66 apartamentos turísticos en los números 22 y 24 de la calle Princesa, a un paso de Plaza de España y junto al Palacio de Liria, residencia actual del duque de Alba y museo desde el año 2019. Ambos inmuebles, cuyas fachadas están protegidas, albergan hasta ahora oficinas de alquiler.
El duque de Alba invertirá algo más de 5,6 millones de euros en las obras necesarias para el cambio de actividad y en los gastos asociados, según el estudio económico del plan al que ha tenido acceso Somos Madrid. La explotación turística de estos inmuebles arrojará una facturación de 2.064.616 euros anuales, por lo que la inversión quedará cubierta en poco más de tres años.
Las obras de adaptación levantarán 46 apartamentos de dos dormitorios y otros 20 apartamentos de tres dormitorios, con 152 plazas hoteleras más en una zona donde la oferta para turistas está creciendo de forma exponencial durante los últimos años. Solo en la Gran Vía el Ayuntamiento ha dado permiso para la aparición de 6.700 nuevas camas.
Los apartamentos se distribuirán a lo largo de las seis plantas de los edificios, que han sido agrupados para el plan especial. Los de las alturas cuarta y quinta contarán además con terrazas, según los planos a los que ha tenido acceso este periódico.
Aunque las fachadas son de conservación obligatoria, el duque de Alba podrá demoler los ascensores existentes y construir otros cuatro nuevos en el interior, de carácter accesible.
En cuanto al impacto sobre la movilidad de la zona que conllevará esta nueva instalación turística, el plan especial no contempla “un acceso elevado en vehículo privado” debido a “la ubicación de la actividad, así como su buena conexión en transporte público”.
Todo el entorno de estos edificios fue reformado y peatonalizado en parte durante las obras de transformación de Plaza de España, que generaron una importante ampliación de acera frente al Palacio de Liria y estos inmuebles que ahora se convertirán en pisos turísticos.
Los edificios de Princesa 22 y 24 fueron abiertos en marzo de 1945 como casas de alquiler en unas fincas anexas al Palacio de Liria, propiedad de la Casa de Alba. El proyecto era del arquitecto Antonio Ferreras, a petición de Manuel Castells García, apoderado del duque de Alba y Berwick.