Agentes de la comisaría del distrito de Usera ponían en marcha la Operación Nemo el pasado noviembre, al localizar un local con un acuario expuesto al público en el que se ofertaban mariscos vivos, aunque muchos ejemplares estaban muertos. El recipiente tenía el agua turbia y los cristales sucios, por lo que podía presentar un peligro para el consumo humano.
En Nemo se han efectuado un total de 14 inspecciones: dos a almacenes alimentarios, cinco a restaurantes, tres a vehículos que se dedicaban al transporte de productos perecederos y cuatro a supermercados o establecimientos de comida preparada.
En total, la Policía Municipal de Madrid ha intervenido 374 productos alimenticios, entre ellos unos 100 kilos de pescado de procedencia ilícita (Sander Lucioperca) y unos 22 kilos de cangrejos chinos (Eriocheir Sinensis), dos especies invasoras cuya comercialización y consumo está prohibido. También se han requisado 721 productos sanitarios y de limpieza corporal.
Además de todo lo ello, se han remitido los correspondientes informes a los técnicos de la Junta Municipal y las pertinentes denuncias por múltiples irregularidades sanitarias.