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Cómo será el Chinatown de Madrid: casi dos kilómetros de paseo peatonal entre Usera y Madrid Río

Recreación del futuro aspecto de la plaza de las Tizas

Diego Casado

Madrid —
16 de enero de 2024 00:00 h

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El primer barrio chino del país está en marcha en Madrid. El Ayuntamiento está a punto de cerrar un proyecto para crear un paseo de amplias aceras y peatonalizaciones que conectará Madrid Río con el corazón de Usera, a través de un recorrido decorado con referencias al país asiático en su mobiliario urbano, pavimentos y señales.

Los planes municipales transformarán un eje que va desde el borde norte de Usera hasta la plaza del Hidrógeno, un entorno de 63.000 metros cuadrados y 1,7 kilómetros de recorrido en línea recta, de los que el área de Obras y Equipamientos, responsable del proyecto, avanza su mitad sur, que está rematando con intención de comenzar los trabajos al inicio de primavera, en torno a los meses de marzo o abril. La intención es acabar esta primera parte antes de que acabe el año, para cumplir con los plazos que exige la Unión Europea, que financia el proyecto a través de fondos comunitarios.

Calmado de tráfico, ensanche de aceras, calles de coexistencia y peatonalizaciones componen la primera parte de las actuaciones, que salen desde el Mercado de Usera y que llega hasta la calle Dolores Barranco. Las cifras facilitadas por el consistorio incluyen la plantación de 200 árboles, la instalación de 100 bancos de madera, piedra natural o prefabricados de diseño singular. Y 6.000 metros cuadrados de nuevas zonas peatonales, de los 40.600 que componen toda la zona de actuación.

La idea de que Madrid tenga su Chinatown en Usera nació en la pasada legislatura aunque finalmente se parecerá más a la que propuso Más Madrid desde la oposición que la que llevó la Junta de Usera, cuya intención inicial era peatonalizar la calle Dolores Barranco, algo ahora descartado. Al final lo que se ha impuesto es pacificar las calles y eliminar los bordillos del interior de los barrios de Moscardó y Almendrales, lo que fue apoyado por los grupos políticos en el último pleno de Cibeles y que Almeida también llevaba en el programa electoral con el que recibió la mayoría absoluta el pasado mes de mayo.

Según el Ayuntamiento de Madrid, será “la mayor obra de regeneración urbana llevada a cabo en la historia del distrito”, con nueve millones de euros de inversión. El proyecto aún no es definitivo, porque el Ayuntamiento de Madrid quiere presentarlo antes de ejecutarlo a las asociaciones del barrio, aunque las de comerciantes chinos ya han dado su visto bueno a la idea.

Analizándolo en detalle, el Ayuntamiento plantea arrancar los trabajos en la plaza de José Luis Hoys, frente al Mercado de Usera. Alrededor de esta instalación municipal se plantan decenas de árboles y se amplían aceras. La citada plaza se ensancha y se crea un itinerario peatonal hacia la calle Mercedes Manjón cerrando el acceso a Andrés Arteaga desde Juan Español.

La calle Juan Español desembocará solo en Mercedes Manjón, por donde continúa el itinerario hasta el cruce con Marcelo Usera, continuando con la plantación de árboles a lo largo de todo el recorrido, gracias a la mayor amplitud de aceras y a la reducción de espacios para los aparcamientos.

La reforma incluye cambiar por completo la fuente de la plaza de Julián Marías, que también será renovada, añadiendo una pérgola sobre la que crecerán plantas trepadoras.

Además, para un mejor aprovechamiento del ciclo del agua y como estrategia para reducir el caudal de agua a las depuradoras, se generarán varios jardines de lluvia, zonas hundidas con vegetación que absorbe agua de lluvia y que se sitúan estratégicamente para capturar la escorrentía, de manera que recogen el agua de lluvia y luego esta se filtra en el suelo en lugar de correr hacia un drenaje de aguas pluviales.

Las farolas que alumbran todo el entorno serán completamente sustituidas por otras de alta eficiencia energética. Además, se impulsarán las energías no contaminantes mediante la instalación de dos puntos de recarga eléctrica de vehículos en la calle Gabriel Ruiz.

El desnivel entre Ortiz Campos y Gabriel Ruiz será jalonado de árboles para dar sombra. La intención del Ayuntamiento es incrementar la variedad de especies vegetales que favorezcan la biodiversidad.

En Pablo Ortiz habrá nuevos parterres, más aceras y una zona de ejercicios, para llegar después a la plaza de las Tizas, donde habrá dos nuevas fuentes: una de carácter ornamental y otra área de agua pulverizada que servirá para el refresco de los vecinos durante los meses de verano. También se renueva el área de juegos.

Por último, se peatonaliza parte de la calle José Bielsa y también el final de Isabelita Usera, hasta llegar a la plaza del Hidrógeno. La última manzana de la calle del Jaspe queda también sin tráfico, como sucede en Isidra Jiménez.

La calle Dolores Barranco será también reformada en este punto con una elevación de la calzada hasta la altura de la acera, aunque mantiene su doble sentido para la circulación de tráfico rodado.

El Ayuntamiento asegura que con esta intervención busca reforzar la identidad de esta zona de la capital como lugar de residencia de una parte importante de la comunidad china madrileña,“ favoreciendo la integración de algunos de sus rasgos culturales con las formas de vida tradicionales de los vecinos de este barrio”. También persigue “descentralizar progresivamente el turismo de la ciudad”, dando impulso al comercio y a la restauración de la zona, ya floreciente en forma de numerosos restaurantes de comida china.

El proyecto estará cofinanciado por fondos de la Unión Europea, en el marco de los proyectos de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en su convocatoria de 2022. La redacción de los proyectos y su ejecución corre a cargo del Área de Obras y Equipamientos, que ha mantenido y mantiene una constante interlocución con el Área delegada de Turismo, que a su vez ha gestionado la solicitud de los fondos europeos, y con el distrito de Usera.

La intervención se completará con una segunda fase de obras, que enlazarán Madrid Río con el Mercado de Usera a través del barrio de Moscardó. De esta parte todavía no se conocen más detalles que afectará a 22.500 metros cuadrados y que finalizará en el año 2025.

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