El PP de Castilla y León se queda en minoría en las capitales de provincia de la comunidad autónoma

El PP gobernará en cinco capitales de provincia de Castilla y león, pero ya sin la mayoría holgada que tenía hasta ahora. Logra mantener cuatro alcaldías de esta Comunidad Autónoma, aunque habrá que esperar para saber cómo gestiona un mandato en minoría de concejales.

Antonio Silván (León), Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca), Javier Lacalle (Burgos), Alfonso Polanco (Palencia) y José Luis Rivas (Ávila) serán los alcaldes que tendrá el PP en las nueve capitales de provincia de Castilla y León. Y en todas ellas, gobernará con apoyo de Ciudadanos que se abstuvo en los plenos de investidura y cuyos concejales no entrarán en los equipos de gobierno de estas corporaciones.

Sin embargo, la mayor derrota la vivió el PP en Valladolid, con un alcalde derrotado no solo por las urnas, sino por la Justicia, condenado por desobediencia judicial y que ya abandonó el Ayuntamiento vallisoletano. Tras días de intensas negociaciones, el socialista Óscar Puente se alzó con la Alcaldía, con el apoyo favorable de Valladolid Toma la Palabra, un grupo encabezado por el exconcejal de IU Manuel Saravia, y Sí se Puede, con Charo Chávez a la cabeza.

Valladolid tornó el color de su Ayuntamiento, después de 20 años en manos del PP y de Javier León de la Riva, que ni siquiera acudió al acto de constitución del nuevo Consistorio, porque tenía “una boda de una sobrina en Bilbao”.

El mismo cambio que vivió Zamora, que tendrá el único alcalde de IU en una capital de provincia. Será Francisco ‘Paco’ Guarido. Un histórico de la izquierda zamorana, trabajador incansable y látigo de la corrupción. Ahora tendrá la oportunidad de plantear una Zamora diferente, con la que él siempre ha soñado. Y gobernará con el apoyo del PSOE, que no acaba de tranquilizar sus aguas. Los socialistas empezaron la precampaña electoral en guerra interna y, después de las elecciones, se abrió una nueva batalla. Lo que demuestra es que la guerra no terminó, sino que sigue enquistada, con mensajes insultantes en redes sociales entre los nuevos concejales y la dirección regional del partido. Y mientras tanto, el PSOE sigue bajando en votos y en concejales en Zamora capital, pese a que ha logrado las alcaldías de Toro y Benavente.

Segovia seguirá con una alcaldesa, y socialista, como Clara Luquero, que se ha quedado a un solo edil de la mayoría absoluta, por lo que gobernará en minoría frente a una oposición que ni siquiera estudió la posibilidad de pactos globales sino que habrá acuerdos concretos y de forma puntal.

En Soria, Carlos Martínez es el único alcalde de capital de provincia en España con mayoría absoluta. Y entró de nuevo en la Alcaldía con el compromiso de hacer “más ciudad”, en una propuesta a la que quiere integrar al resto de formaciones políticas.

La realidad es que Ciudadanos quiso pactar con el PP, sin llegar a acuerdos de gobernabilidad en ninguno de los ayuntamientos. Desde el principio, los ‘populares’ quisieron firmar el documento de regeneración política de la formación naranja, aquella que fue calificada por los dirigentes del PP en esta región como la “izquierda naranja”, o la que quiere “cerrar ayuntamientos”. Aunque Alfonso Fernández Mañueco, secretario general del PP en Castilla y León y recién elegido alcalde de Salamanca, negara ante los periodistas que él lo dijera. Pero, ante Esteban González Pons lo remarcó, insistió y arremetió contra los que ahora ha buscado para pactar.

Y Ciudadanos ha pactado con el PP en las cinco capitales de provincia, pese a que el PP tiene en Castilla y León imputados –entre directores generales o secretarios de consejerías- por la compra de un edificio para la Consejería de Economía, o por la venta de unos terrenos para un polígono industrial en un municipio de Valladolid.

Y el PP también tiene imputados en Salamanca, con el presidente de la Diputación Provincial, Javier Iglesias, que optará a repetir el cargo; o los diputados provinciales Carlos García Sierra y Jesús María Ortíz, por supuestos contratos irregulares en un ente autónomo o por contratos supuestamente irregulares.

Pero Ciudadanos cedió porque no hay apertura de juicio oral en ninguno de los casos.

Y, mientras tanto, el PP de Castilla y León no acaba de apaciguarse, porque su presidente regional, Juan Vicente Herrera, no deshoja la margarita ante su futuro. Y lo que hace es lanzar mensajes internos para evitar guerras fratricidas.