No es en España donde más suben los precios de la vivienda

“Los precios de la vivienda en la eurozona están creciendo a su ritmo más alto desde la crisis financiera global, forzando a los bancos de la región a apretar sus cuentas para proporcionar crédito a los demandantes de hipotecas. Eurostat informa que los precios en el área de los 19 países de la moneda común crecieron un 4,5 % en el primer cuatrimestre de 2018, su nivel más alto desde 2007. Cinco países, Letonia, Eslovenia, Irlanda, Portugal y Eslovaquia, registran aumentos de dos dígitos”.

“Con el Banco Central Europeo casi seguro de que mantendrá su tipo de interés básico al nivel récord de cero al menos durante un año más, las autoridades de la Eurozona tienen que introducir medidas para controlar los préstamos bancarios”.

“En Irlanda, donde los precios crecieron un 12,3% el último año, a principios de 2018 el banco central impuso un tope sobre el volumen de los préstamos bancarios basado en los ingresos de los solicitantes. En Portugal, donde los precios han crecido un 12,2%, el banco central fijará desde julio una serie de topes basados en los ingresos de la gente y el valor de la propiedad en relación con los depósitos de los solicitantes”.

“En Letonia, Eslovenia y Eslovaquia –que han registrado aumentos de precios del 13,7%, 13,4% y 11,7% respectivamente- las autoridades ya han introducido restricciones basadas en el valor de la propiedad”.

“El Banco central Europeo ha negado repetidamente que el boom en los precios inmobiliarios constituya una amenaza para la estabilidad financiera de toda la región y cree que los riesgos podrán ser contenidos. Mario Draghi, el presidente del BCE, dijo a los europarlamentarios este jueves en Bruselas: “Las autoridades nacionales siguen estando muy activas en los que se refiere al sector inmobiliario; una amplia mayoría de estados-miembro han tomado al menos una medida para identificar las vulnerabilidades en ese sector”.

“Con la dimisión de David Davis, la estrategia conservadora para el Brexit ha muerto. Theresa May no puede lograr que la Cámara de los Comunes apruebe su plan. Estas son las implicaciones de eso: la UE a 27 verá la última propuesta de May como algo irrelevante; May podría ser derribada antes de la conferencia conservadora de octubre y el “segundo voto” que decidiría la suerte del Brexit será el anuncio de una nuevas elecciones generales; la alternativas reales son un acuerdo de libre comercio al estilo de Canadá o un acuerdo de tipo noruego, permaneciéndose en ambos casos dentro de la unión aduanera y el mercado único”.

“Esto es lo que tiene que hacer el Partido Laborista hasta que esté claro que puede formar gobierno este otoño: 1) votar contra todo intento de codificar el último plan de Theresa May en los Comunes. 2) Publicar una propuesta positiva tanto sobre el mercado único como sobre la inmigración antes de las elecciones. 3) Ofrecer un segundo referéndum tras el acuerdo final que se firme el acuerdo con la UE”.

“Un segundo referéndum, con una mayoría laborista, más el Partido Nacional Escocés, los Liberal-Democrátas, Plaid Cymru y los verdes con una propuesta de tipo noruego, no sería una reedición del fiasco conservador de 2016. Si el gobierno Corbyn garantiza una variante de una acuerdo al estilo noruego, los empresarios y los sindicatos lo comprarían”.

“Los laboristas han ganado la batalla política que se inició en junio de 2016. Manteniéndose firmes en la implementación de los resultados del referéndum; presionando fuertemente por un Brexit suave al estilo noruego; negándose a apoyar un segundo referéndum; abriendo fuertes líneas de comunicación con Bruselas y las capitales europeas, Jeremy Corbin Y Kein Starmer han obligado a Theresa May a adoptar una posición que no puede hacer progresar dentro de su partido”.

“Pero en ese proceso el Partido Laborista ha sacrificado su atractivo entre los sectores partidarios de un Brexit duro. Los votantes pro-Brexit en alguno de los bastiones laboristas tienen que decidir si prefieren una economía machacada, cerrar fábricas de coches y que no haya enfermeras suficientes a las propuestas de tipo Putin de los xenófobos. Todo el peso de un renacido Partido Laborista puede ser dedicado a convencerles, de una manera que no ocurrió la última vez. Si el segundo referéndum tiene lugar después de que su apruebe la ley laborista para reformar la propiedad de los medios de comunicación, las plumas envenenadas de los tabloides podrían ser contrapesadas por una mayor diversidad de medios nacionales”.

“Los laboristas tienen la oportunidad de unir a diversas facciones del progresismo británico tras un claro plan de acción: votar contra el plan conservador, provocar unas elecciones, renegociar la ruptura más suave posible con Europa (implicando al parlamento y no solo al gobierno) y ofrecérselo al pueblo británico”.