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Sobre este blog

Carlos Elordi es periodista. Trabajó en los semanarios Triunfo, La Calle y fue director del mensual Mayo. Fue corresponsal en España de La Repubblica, colaborador de El País y de la Cadena SER. Actualmente escribe en El Periódico de Catalunya.

El nacionalismo ultra puede conquistar el Parlamento Europeo

Salvini advierte que no dará puerto a ONG que salvan inmigrantes en el mar

Carlos Elordi / Carlos Elordi

Los planes de Salvini y compañía

Aunque de aquí a entonces pueden pasar muchas cosas –como, por ejemplo, que la AFD avance sustancialmente en las elecciones bávaras a costa de los democristianos de la CSU- el gran aldabonazo de la ultraderecha nacionalista de nuestro continente podría producirse en las elecciones al Parlamento Europeo. Según distintos analistas la Cámara podría caer en manos de estos grupos, que son particularmente potentes en Italia y Austria, pero que tienen significativos porcentajes de voto también en Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Dinamarca y Grecia, entre otros, por no hablar de las posiciones hegemónicas que ocupan en Hungría, Polonia y otros países del Este. Wolfgang Münchau, el analista europeo del Financial Times lo ve así:

"Europa afronta dos desafíos existenciales. La amenaza planteada por Donald Trump es obvia, directa y existencial. Pero la que plantea Matteo Salvini puede ser más poderosa, aunque no tan directa. Los acuerdos alcanzados en la última cumbre de la UE no son definitivos. La crisis no se ha acabado. Todas las decisiones difíciles en materia de inmigración aún han de tomarse".

"Para los populistas de la UE ese es un terreno fértil. Una de las razones del fracaso de la insurrección griega contra el establishment europeo fue la falta de aliados. Los populistas de derecha tienen una estrategia distinta. Están trabajando dentro de la UE para formar alianzas. Su ambición es adueñarse de las instituciones europeas y destruir la UE desde dentro. Salvini tiene la vista puesta en las elecciones europeas de mayo de 2019 y sus posibilidades son buenas".

Es posible que los principales grupos de centro-izquierda y de centro-derecha del Parlamento Europeo puedan ser apartados por dos rivales. Uno sería un nuevo grupo liberal pro-europeo, encabezado por Emmanuel Macron. El otro, un variado grupo de populistas y nacionalistas. Pueden intentar hacerse con el Partido Popular Europeo, el grupo de centro-derecha. O unirse en un grupo aparte".

"Aunque haya diferencias y contradicciones entre ellos, los populistas están unidos por su deseo de renacionalizar la política. Eso puede ocurrir de dos maneras. Pueden ganar las elecciones europeas, dándoles la palabra en la elección del nuevo presidente de la Comisión Europea y poder en las instituciones de la UE. O los centristas pueden capitular y aceptar una renacionalización parcial de la política de inmigración, con las implicaciones que ello tendría en la apertura de fronteras".

Angela Merkel ya no es la referencia central en Europa

Andrea Bonnani escribe lo siguiente en La Repubblica:

"El problema es que, aunque sobreviva, la canciller ya ha perdido en la UE la centralidad política que durante muchos años le ha conferido una autoridad indiscutida".

"Como líder del mayor partido popular europeo, Angela Merkel era el punto de referencia natural de las fuerzas moderadas del continente, que eran mayoritarias. Hoy ese escenario ha cambiado profundamente. La canciller acaba de enfrentarse, en torno a la cuestión migratoria, antes que con una oposición interna, con una fortísima resistencia por parte de los gobiernos soberanistas de la Europa centro-oriental. Y ahora también tiene que vérselas con Italia y Austria, que están más cerca de Orban que de ella".

"Pero no está sólo la cuestión migratoria. Sobre la reforma de la eurozona, Merkel había negociado, primero con los socialdemócratas y luego con Macron, una serie de pasos que habrían permitido dar un salto cualitativo en la construcción europea. Pero su impulso ha sido frenado no sólo por las resistencias internas en la CDU y la CSU, sino, sobre todo, por un frente de doce países de la Europa del norte capitaneados por Holanda, que insisten en el viejo mantra de los halcones de la austeridad".

"En una Europa que se ha desplazado radicalmente a la derecha, en la que hay más gobiernos dirigidos por liberales que por socialdemócratas y en la que los populistas y soberanistas aspiran a convertirse en el segundo partido del Parlamento Europeo, si no en el primero, Merkel ha perdido la centralidad política. Ya no es el referente de una derecha europea moderada y democrática por el simple motivo de que esa derecha ha sido en gran medida fagocitada por fuerzas reaccionarias mucho más radicales".

"Así, paradójicamente, Merkel y Macron se han convertido en un punto de referencia de las fuerzas europeístas, democráticas y con frecuencia socialdemócratas que han contemplado con desesperanza la disgregación de la izquierda tradicional. Pero no está dicho que esta alianza inédita pueda parar la ola de la derecha soberanista que avanza".

Sobre este blog

Carlos Elordi es periodista. Trabajó en los semanarios Triunfo, La Calle y fue director del mensual Mayo. Fue corresponsal en España de La Repubblica, colaborador de El País y de la Cadena SER. Actualmente escribe en El Periódico de Catalunya.

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