¿Quién controlará las autopistas gallegas? Un fondo de Singapur lidera la carrera
![Imagen de archivo del puente de Rande de la AP-9 . EFE/Salvador Sas](https://static.eldiario.es/clip/7dc36c1a-1293-44ec-a34b-2ed0dca89ce3_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Las autopistas de peaje en Galicia podrían quedar bajo la gestión de un fondo soberano de Singapur: GIC (Government of Singapore Investment Corporation). Esta entidad se postula como favorita para adquirir una participación clave en Globalvia, la empresa española que administra estas carreteras, junto con otras infraestructuras en varios continentes.
La oportunidad surgió tras la decisión del fondo canadiense OPTrust de vender su participación del 40,32% en Globalvia, según se dio a conocer en mayo de 2024. Con una valoración aproximada de 3.000 millones de euros, incluyendo su deuda, la compañía se ha convertido en un activo altamente codiciado por grandes inversionistas internacionales. Entre los interesados en la operación destacan el fondo de pensiones de Québec (CDPQ), el fondo soberano de Abu Dabi (Mubadala) y gigantes financieros como BlackRock y Blackstone. No obstante, GIC parece estar un paso adelante en las negociaciones.
Una estrategia de expansión global
El interés del fondo soberano de Singapur en Globalvia responde a una estrategia de expansión global en el sector de infraestructuras y movilidad. Para la ciudad-estado asiática, esta inversión representa una pieza clave en su plan de diversificación de activos, consolidando su presencia en sectores estratégicos fuera de sus fronteras. La compra de Globalvia le otorgaría acceso a un mercado con fuerte potencial de crecimiento, tanto en España como en otros países donde opera la empresa.
El posible cambio de manos en la gestión de las autopistas gallegas plantea interrogantes sobre el futuro de estas infraestructuras. Decisiones cruciales sobre tarifas, mantenimiento y nuevas inversiones podrían ser tomadas desde Singapur, alejando el control de las autoridades locales y los usuarios directos. Además, Galicia, por su ubicación estratégica, desempeña un papel fundamental en el comercio y el turismo, lo que hace que cualquier modificación en la gestión de sus carreteras tenga un impacto significativo en la región.
Anteriores operaciones del fondo canadiense
Antes de que OPTrust pudiera lanzar formalmente la venta de su participación en Globalvia, la empresa tuvo que resolver un conflicto con el fondo neerlandés APG, relacionado con su participación en Itínere, otro operador de autopistas en España. No fue hasta octubre, cuando Globalvia vendió su 40% en Itínere a APG, que se despejaron los obstáculos para la transacción con GIC y otros potenciales compradores.
Más allá de las cifras y estrategias financieras, esta operación es una muestra de cómo las infraestructuras clave en España están atrayendo inversiones extranjeras a un ritmo acelerado. De concretarse la compra, se espera que la gestión de Globalvia incorpore un enfoque más digitalizado y basado en datos, siguiendo la tradición de eficiencia y tecnología que caracteriza a Singapur.
Esto podría traducirse en mejoras como sistemas de pago más ágiles, tarifas variables en función de la demanda o la implementación de estaciones de carga para vehículos eléctricos. Si GIC logra hacerse con la participación en Globalvia, Galicia y el resto de España podrían entrar en una nueva era de gestión de infraestructuras, con decisiones estratégicas tomadas desde el otro lado del mundo.
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