Blas Ruiz Grau: “Los psicópatas de las novelas encarnan el lado oscuro que todos tenemos”
Blas Ruiz Grau culmina su exitosa trilogía con “No morirás”, un “thriller” negro que sitúa al inspector Nicolás Valdés y a su temido antagonista, el mutilador de Mors, ante su enfrentamiento final. Como nos tiene acostumbrados el autor, la trama se despliega con gran precisión, adictivos giros y sensación de tiempo real: “Es mi forma de meter al lector al máximo en la angustia del protagonista. De que empatice con él y lo que le sucede”, explica.
La última vez te entrevisté en una terraza de bar, días antes del confinamiento. Hoy nos toca conversar por teléfono. ¿Qué se siente sacando libro en plena pandemia?
En algún momento he sentido pánico por la incertidumbre: No sabíamos si las librerías estarían abiertas cuando saliese el libro, si nos afectaría la situación económica… Nos explotó en la cara. Sin embargo, conforme salió, “No morirás” se quedó sin stock por la demanda.
¿Con esto de quedarnos en casa leemos más?
Hay quien no puede leer porque no se concentra. A mí me pasó durante el confinamiento. En cierto sentido el parón me vino bien. Necesitaba frenar. Venía de unos meses muy intensos y detenerme podía servirme para hacer un montón de cosas que no hago habitualmente… Pero no: No hice nada. Había incertidumbre, angustia en el aire… Yo no podía leer. Sin embargo, las librerías me dicen que están vendiendo más que nunca. Yo lo estoy viendo con mis propios ojos. Es maravilloso.
Tras “No mentirás” y “No robarás”, cierras tu trilogía con “No morirás”. Esta vez el título no es un mandamiento, sino más bien un imperativo de supervivencia.
Cuando al principio del proyecto me reuní con mi editora, llegué con un título muy malo. En realidad lo de “No mentirás” fue idea de ella y de ahí fueron surgiendo el resto. La tercera iba a titularse “No matarás” pero, como todo el que lee mis novelas sabe, me encantan los giros y me pareció interesante y significativo el cambio a “No morirás”.
“No morirás” se inscribe en la más pura tradición del “thriller”, con cuenta atrás incluida.
Es más “thriller” que nunca. De hecho tengo mucho mono de ese género. En “No mentirás” y “No robarás” lo policial, la lógica criminal, estaban más presentes. En “No morirás” he querido evolucionar más hacia la tensión, el encogimiento de estómago. Es lo que me pedía el cuerpo.
En el libro, entre otros, nos reencontramos con el inspector Nicolás Valdés, un héroe recorrido por sus miedos.
La literatura no tiene por qué ser 100% fiel a la realidad. Para eso ya tenemos la propia realidad. Sin embargo sí me gusta que mis personajes, aunque enfrentados a situaciones límite, sean personas normales como tú o como yo. Que teman al psicópata al que se enfrentan. Y creo que Nicolás es el reflejo de eso.
Los psicópatas son a menudo más atractivos que los héroes que los persiguen.
Nos fascinan. Supongo que porque no los entendemos. ¿Por qué hacen el mal sin dudar? ¿Por qué se adentran en lo prohibido sin miedo? El psicópata representa el lado oscuro que hay en todos nosotros y que exploramos, de manera sana e inofensiva, a través de la ficción.
¿Escribir o leer sobre psicópatas es una manera de sacar la locura que llevamos todos dentro?
Todo el mundo tiene un lado oscuro. No es nada malo. Todo en la vida es dual. Por muy ser de luz que creamos que alguien es, siempre tendrá su parte tenebrosa. Lo importante es que sea el lado luminoso quien gane. Pero el oscuro está ahí y hay que explorarlo. Esa curiosidad no es mala. Satisfacerla con la ficción nos ayuda a no querer traspasar la línea.
¿Cómo abordaste la culminación de tu trilogía? ¿Con confianza por el éxito ya cosechado, con miedo… o término medio?
De término medio nada: Por todo lo bajo. No me quiero colgar el cartel de humilde, pero cuando las dos primeras novelas empiezan a tener más éxito del esperado se me cae una losa encima: Temía no estar a la altura, haber llegado a mi máximo y que la tercera quedase como un relleno… Los malditos miedos siempre presentes. Así que abordé la escritura de “No morirás” con mucha tensión y respeto.
¿Cómo ha cambiado tu vida desde que empezaste a escribir la primera novela de la trilogía?
Mi vida ha cambiado hasta tal punto que es difícil explicarlo. Cuando publicaba mis novelas en Amazon ya creía tener muchos lectores. Era un buen número. Pero de pronto empiezan a llegar por miles, cada vez más. Y además te arropan: Vas por una ciudad en la que nunca antes has estado y alguien se te acerca porque te ha leído. Ahora bien, he estado seis años dando forma a esta trilogía, viviéndola a diario. Y cuando de pronto termina dices: “¿Ahora qué?” Sentía como si me faltara algo, como si necesitara seguir teniendo los personajes en mi cabeza.
Sin embargo no andas falto de proyectos.
Estoy acabando mi tercer ensayo criminal y, en cuanto lo termine, me pondré con una novela. La tengo toda planificada en mi cabeza. Me queda sólo sentarme y escupirla. Va a ser más “thriller” todavía, sin dejar el punto negro. Nuevos personajes, nuevas tramas…
¿Algo más?
Sí, como siempre: Comprad la novela, las tres juntas, como regalo de navidad. Es ideal tanto para una persona a la que quieres mucho como para otra a la que no quieres nada… Vale para ambos casos (ríe).
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