Vidal Coy (re)presenta un paseo a todo color por las medinas de Marruecos
Los que crecimos en la edad analógica recordamos con un extraño regusto lo que suponía la espera del revelado de las fotografías a la vuelta de las vacaciones. Setiembre, por aquella época, convertía a las tiendas de fotos en algo parecido a lo que ocurre con las administraciones de lotería en Diciembre; colas interminables de adeptos a la espera de obtener un papel impreso lleno de ilusión. Aunque, al contrario de la lotería, con las fotos del verano no había que esperar hasta el 22 de diciembre para desilusionarse, bastaba un par de días para abrir el sobre con las 24 instantáneas (36 para los más potentados) para comprobar que cualquier parecido con lo imaginado era pura coincidencia.
Y es que no basta con una buena cámara para hacer una buena fotografía, al igual que escribir con una Montblanc no garantiza un buen poema. Sobre todo hay que tener buen ojo. Un ojo que sepa mirar. Y algo de técnica, y muchas fotos a las espaldas. Y de eso (aunque supongo que también dispondrá de una buena cámara) a José Luis Vidal Coy no le falta. Por eso asistir a una de sus exposiciones para contemplar las fotos de sus viajes nada tiene que ver con los tediosos maratones que convocaba algún amigo a la vuelta de vacaciones. Eran tiempos en los que las fotos se ordenaban detalladamente en álbumes o se proyectaban en diapositivas sobre el gotelé del salón, y aquello tampoco ayudaba. Pero no, ese no es el caso de Vidal Coy, sus fotografías de viajes nunca resultan tediosas y, rara vez, decepcionan.
Después de mostrarnos recientemente sus refrescantes imágenes de glaciares (Yelo) ahora Vidal Coy nos muestra, a la vuelta de vacaciones, en la Sala Cultural del Corte Inglés, una selección de treinta fotografías bajo el nombre de: `El color de la medina´. Efectivamente, son todas ellas fotos en color, muy espectacular y saturado, como deben ser las medinas de las siete ciudades (todas ellas en Marruecos) por las que Vidal Coy se ha paseado durante años.
Por supuesto, que nadie espere encontrarse con las fotografías de un turista, más bien son las fotos de un flâneur perdido. Las de un paseante callejero que vaga por las calles, sin rumbo, sin objetivo, abierto a todas las vicisitudes y las impresiones que le salen al paso; ya sea una librería improvisada, una reunión espontánea a la puerta de la casa, o la aparición de una espontánea anciana que se cruza en su camino. Vidal Coy deja a un lado la visión más exótica de la vida de estas medinas y se adueña de lo cotidiano e intrascendente, como si hacer la foto fuera una consecuencia, no el objetivo. Viendo sus fotos uno lo imagina caminando días y días, sin rumbo fijo, perdiéndose entre las callejuelas más recónditas y deshabitadas. Lástima que no se puedan oler y escuchar todo lo que emanan, aunque afinando un poco se pueden llegar a intuir el olor a especias y a yerbabuena, o el murmullo de las conversaciones en la calle.
Treinta fotografías muy bien hechas, con gusto, equilibradas, llenas de color, que nos permiten imaginarnos paseando por las calles de las medinas más importantes de Marruecos. Fotografías que, como digo, no decepcionan, aunque tampoco sorprenden, sobre todo para aquellos que, en su mayoría sino todas, ya las pudimos contemplar en el 2016 en los Molinos del Río con ocasión del festival Murcia Tres Culturas, o posteriormente en 2018, en El Museo Siyâsa de Cieza. Incluso en aquellas ocasiones la exposición iba acompañada de un magnifico texto de Bernabé López García (Catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid) que complementaba perfectamente a las fotografías y que se echa en falta en esta ocasión.
En cualquier caso, quien no tuviera la oportunidad de visitar las anteriores exposiciones esta es una magnífica ocasión para resarcirse. Y para aquellos que ya las disfrutamos, nunca está de más repetir un buen plato, aunque estamos ansiosos que Vidal Coy vuelva a la cocina y nos deleite con un nuevo menú.
*'El color de la medina', estará expuesta hasta el 25 de Setiembre en la Sala de Ámbito Cultural El Corte Inglés (Gran Vía Salzillo, primera planta) en horario comercial de 10:00 a 22:00h
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