Alberto Garre nació en Balsicas, pedanía de Torre Pacheco en 1952 y su juventud estuvo marcada por el fallecimiento de su madre al poco de nacer él. La figura de su padre fue relevante en el desarrollo de su educación. Ha dedicado su vida a la política, aunque nunca ha dejado de ejercer la abogacía, la que reconoce su verdadera vocación. Critica la dispersión de la ideología de su partido, al que “agradece” mucho pero del cual no le convence el rumbo que está tomando.
Su educación y formación como abogado le inició desde su juventud en su carrera profesional ¿Ha “vivido” siempre de la política?
Mi padre fue uno de los primeros licenciados en Química de la Facultad de la Universidad de Murcia. Siempre tuve las vivencias universitarias, ya que siempre estaba pegado de mi padre, que visitaba constantemente la facultad. La suerte que tuve que la carrera de mi padre hizo las cosas más fáciles.Hice mi carrera y me puse a trabajar, incluso en mis primeros tiempos como político cuando fui concejal en Torrepacheco, compatibilizaba mi trabajo como abogado con la concejalía.
En el año 1977 me dí de alta como abogado. Hasta el 99 no se empezaron a pagar sueldos en la Asamblea General, son 22 años. Hay quien ha nacido en un coche oficial y con el chupete puesto. Pero no es mi caso.
Yo nunca necesité de la política para vivir. Estaré siempre agradecido a la política y al Partido Popular por permitirme un montón de vivencias que siempre recordaré. De ahí a decir que llevo treinta años viviendo de la política, hay un trecho.
Ha sido concejal, diputado regional y nacional y presidente. Ha ocupado prácticamente todos los puestos políticos salvo el de senador. ¿Le hubiera gustado serlo?
Pues claro que sí. Hubiese completado el abanico de pasar por todas las instituciones. No pasa nada porque he vuelto a lo que más me gusta, que es el oficio de la abogacía. Aprovecho para decir que no estoy en el paro, y gano lo mismo que ganaba antes de ser político.
La oficina del paro de los políticos tiene otro nombre, cesantía si no me equivoco, ¿usted de la presidencia de la región fue a parar a esa cesantía, al paro?
Sí. La tienen todas las instituciones parlamentarias y no me parece mal, ya que después de 20-25 años en política, de repente te encuentras sin trabajo, y en mi caso y a pesar de que yo compaginé muchos años la abogacía con la política, sin clientela, y fuera del mercado, necesitas un tiempo de adaptación, y la cesantía ayuda a ello, aunque no es ningún disparate lo que pagan.
Usted ostenta cargos orgánicos en el Partido Popular, pero no me negará que podría decirse que su partido le ha vuelto la cara. ¿Considera que el trato que ha recibido ha sido del todo justo?
Yo he sufrido, sentido tristeza, pero no personal, sino por el partido y por mi región. Son tantos años en política que ya no le pilla a uno de sorpresa. Hemos perdido 147.000 votos y once diputados y todavía espero que alguien me dé alguna razón de por qué. Hemos perdido la mayoría absoluta y no solo es malo para el partido, sino para toda la región.
Para gobernar después de la reforma de la Ley electoral, va a ser muy complicado que se vuelvan a repetir mayorías absolutas, que no son buenas o malas, sino que depende cómo se ejerzan. Aquí hemos tenido una mayoría absoluta muy buena con el presidente Valcárcel y otras no tan buenas.
En mi caso, yo tuve poco tiempo y poco dinero. Pregunté a Hacienda cuál era la disponibilidad y me encontré con que la financiación autonómica no llega siquiera a cubrir los servicios básicos de nuestra comunidad autónoma, como son la sanidad, asuntos sociales o la educación. Pero había cosas para las que no se necesitaba dinero, como la ley de transparencia y la limitación de mandato, que son temas que la sociedad murciana lleva demandando mucho tiempo y trabajé en ello.
¿Tiene que ver el “retraso” en aceptar la dimisión del ex consejero Antonio Cerdá, investigado por el Caso Carthago, con su alejamiento de la cúpula del partido, especialmente de Valcarcel, señalado por el juez también en esa investigación?
Yo creo que siempre hay que creer en la presunción de inocencia, pero a nivel político, una simple imputación como fue en el caso de Cerdá, debe tener responsabilidades. Lo primero de todo, nos enteramos por la prensa. No sé si hubo algún tipo de maniobra pero Antonio Cerdá estuvo tres días pensando qué hacer.
Cerdá me cogió en el debate del Estado de la nación, en el Congreso de los Diputados y me dijo que tenía que hablar conmigo. Al día siguiente en la Asamblea se suponía que íbamos a hablar, ya que además tenía una pregunta de su departamento que hacer. No apareció y a las 19.30 h decidió, y porque ya se había publicado en los medios, retirarse de la política.
Afortunadamente no nombré a nadie, porque la persona que tenía en mente podía estar en otro caso posteriormente relacionado con otra investigación, le hablo de Eduardo Contreras, entonces alcalde de Molina de Segura, me dijo con total sinceridad que había un asunto que le concernía, pendiente de aclaración en los tribunales. Fue mucha casualidad, porque se reactivó el tema, al poco de anunciarse en prensa de que era mi candidato para suceder a Cerdá.
De aquellos convulsos días, ¿en el Partido Popular en la región de Murcia cree que hubo unos que salieron victoriosos y otros que quedaron sentenciados?
Pues no le puedo decir, pero sólo hay que ver como se ha ido escribiendo la historia, y que ha ido sucediendo con unos y con otros.Siento tristeza, porque la Región de Murcia necesita de otras cosas a parte del control parlamentario y las comisiones de investigación, y no se pueden hacer porque se dedica mucho tiempo a esos temas y cuestiones que poco tiene que ver con lo verdaderamente importante, que es solucionar los problemas de la Región.
Recientemente, el ex Presidente Valcárcel, en su comparecencia ante la comisión de investigación de la desaladora de Escombreras, contó con el apoyo de los actuales dirigentes del PP, diputados, etc, etc, y usted estuvo completamente solo
Si yo hubiera querido llevar 50 parafernalios, sabe que puedo llevarlos. Tampoco me apetecía hacerlo.
Se visualizó ruptura, diferencia de trato
Yo no he notado nada excepcional en los últimos meses. Nunca he necesitado un apoyo especial, mantengo mi forma de ser y de actuar de siempre, y el mismo compromiso con mi región.
¿Y con su partido?
Sigo comprometido con las ideas de mi partido, pero en el partido popular actualmente, no se escenifican esas ideas por algunos de sus miembros y dirigentes.
¿Qué personas no cuajan con las ideas del partido? De Rajoy a nivel nacional habló muy claramente, con represalias, pero a nivel regional...
No se trata de apuntar a nadie, hablo más de ideología. Tenemos que saber hasta dónde llegamos con la cuestión del aborto, y tenemos que saber si condenamos a los independentistas terroristas o si los dejamos sentados en las instituciones. Debemos aclararnos también si queremos subir impuestos o hacer política fiscal para la clase media. Gobernar es mucho más que estar en un cargo.
¿Qué relación mantiene actualmente con su secretario general, y presidente de la región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez?
Ninguna. No me separé de su lado hasta que asumió el cargo. Después, no he vuelto a saber de él.
¿Y lo de fundar un nuevo partido?
Para nada, en absoluto, yo no he fundado nada, hay un grupo de trabajo en defensa de los intereses de los murcianos, que lleva un año moviéndose, a mi que me preguntaron. La última vez que tuve contacto fue hace un mes, se que tienen una estructura en los 45 municipios más fuerte de lo que parece, creo que si hay elecciones esta nueva formación regionalista se presentará.
¿Piensa dejar el PP o en liderar una alternativa desde dentro de cara al próximo congreso?
No he pensado dejar mi partido, milito en el PP desde hace casi treinta años, si mis compañeros me lo piden es posible.
Usted está siendo muy crítico con el partido, ¿cuando ha tenido que serlo, o le mueven otros motivos, como le dicho útilmente los suyos, después de que le pidiera a rajoy que de un paso atrás?
Con las críticas a Rajoy dijeron que era porque no me eligieron para senador. En 2008 voté en contra del Estatuto de Castilla La Mancha, por entender que debía defender el Trasvase Tajo Segura. Después de veinte años en el el órgano ejecutivo regional del PP, después de votar en contra de lo que apoyaba el Grupo Parlamentario Popular, dejé de formar parte. Esta situación no es nueva para mí.
Yo digo lo que pienso y hago lo que creo y en estos momentos lo de 'España en serio' no dice nada, a los españoles hay que decirles la verdad. La coherencia nos hace creíbles.