'Leer el presente' es un espacio que dedicamos a libros desde eldiario.es/murcia. Del mundo a la página y viceversa. Coordina José Daniel Espejo.
Los años de formación de Aníbal
La novela histórica es un género no tan extendido en España como en Inglaterra o en Francia (mi admirado Max Gallo). Pero de un tiempo acá está creciendo. En ese crecimiento algo ha aportado, en calidad de forma y fondo, Miguel Carcasona, autor de Hannibaal, publicado en la editorial Pregunta (2019).
Cartago, Roma. Siglos III y II a.C. Territorio y memoria. El libro está ambientado en la historia antigua, concretamente en guerra contra Roma: la ciudad eterna, mítica, mágica y, en ocasiones, sensual. Es una peculiar novela histórica, porque demuestra la magnitud del personaje Hannibaal, a quien me imagino escribiendo estas crónicas (primera persona) en su retiro, añorando lo que fue y ahora ya no es. Melancólico de su propia memoria: amor, admiración, odio, violencia, soledad, crueldad, debilidad y nostalgia se alternan para ofrecer este retrato de un universo antiguo, inquietante y misterioso, salvaje y pasional.
Durante todo el libro, Hannibaal narra sus años de formación y aprendizaje junto a su padre y a su cuñado y también su desarrollo lejos de los suyos, de su casa. Ese crecimiento y evolución se da en un contexto de heroísmo y barbarie. Y porque no decirlo, en un contexto de viaje de ida y vuelta a su Ítaca, Cartago, pues sale de ella de joven y vuelve en edad adulta.
Ciudad que fue destruida años después de su muerte. El descubrimiento de mundos y sus conflictos, la dificultad para vencer y establecer relaciones con los pueblos enemigos, ya sea a través de la guerra y ya sea, particularmente, a través de la diplomacia: negociar y alcanzar tratados de paz. Este último es un elemento que me ha llamado mucho la atención durante la lectura, quizá porque soy estudioso del Derecho Internacional y en pocos libros de este género he visto que se trate el tema.
También Hannibaal es una novela que refleja un mapa de Hispania y el recorrido que se ha de hacer desde esta hasta llegar a Roma. Un recorrido que muestra, además, los valores del general: dignidad, esfuerzo, sentido práctico, principios firmes ante situaciones difíciles. Valores que le sirven para aunar un ejército compuesto por varias tribus. En este y los demás casos la novela demuestra lo concreto y no lo abstracto, cosa que se agradece.
Además de la historia y del marco histórico, lo que destaco por encima de todo es la plenitud del arte de escribir y narrar de Carcasona, un léxico enriquecedor, poético y que te abraza en cada párrafo, placentero y nada inocente, lo que permite al autor describir sentimientos en determinadas situaciones que, otra persona, no sé si saldría tan bien parada: adjetivar con exactitud lo que un personaje siente es de las tareas más arduas que, en mi opinión, un escritor debe afrontar, si no quiere quedarse en lo abstracto. Por ello, Hannibaal es, en definitiva, un ejercicio de análisis psicológico de Hannibaal sobre su yo, sobre los abismos de la intimidad humana; aunque no sería esa, desde luego, la única lectura que se puede hacer, que son múltiples.
La novela histórica es un género no tan extendido en España como en Inglaterra o en Francia (mi admirado Max Gallo). Pero de un tiempo acá está creciendo. En ese crecimiento algo ha aportado, en calidad de forma y fondo, Miguel Carcasona, autor de Hannibaal, publicado en la editorial Pregunta (2019).
Cartago, Roma. Siglos III y II a.C. Territorio y memoria. El libro está ambientado en la historia antigua, concretamente en guerra contra Roma: la ciudad eterna, mítica, mágica y, en ocasiones, sensual. Es una peculiar novela histórica, porque demuestra la magnitud del personaje Hannibaal, a quien me imagino escribiendo estas crónicas (primera persona) en su retiro, añorando lo que fue y ahora ya no es. Melancólico de su propia memoria: amor, admiración, odio, violencia, soledad, crueldad, debilidad y nostalgia se alternan para ofrecer este retrato de un universo antiguo, inquietante y misterioso, salvaje y pasional.