El profesor de Ecología de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Javier Gilabert, ha advertido este martes de que la gran presencia de fango hace “más difícil” la recuperación del 70 % de los fondos devastados en el Mar Menor. Ha aclarado, no obstante, que hay suficientes ejemplares de flora y fauna en las orillas para poder repoblar los fondos del centro de la laguna.
En declaraciones a los medios tras una nueva reunión de la Comisión de Seguimiento del Mar Menor, Gilabert ha apuntado que la zona profunda que quedó sin oxígeno durante el pasado mes de octubre no tiene fauna. Así, ha añadido que se escaparon a las orillas todos los organismos “con movilidad”, incidiendo en que “todos los datos” hacen pensar que hay suficientes individuos para la repoblación cuando las condiciones del fondo se vayan reparando.
Sin embargo, ha subrayado que es “más difícil” esta colonización con un “fango como el actual”, añadiendo que los episodios de turbidez, con 10,68 microgramos por litro actualmente, pueden afectar a la vegetación que hay en la orilla y puede decir que la reserva de organismos “puede estar un poco afectada”.
“No sabemos y tampoco quiere decir que en una semana o dos cambie completamente la situación y no sea una afección grave, pero está claro que alguna influencia va a tener”, ha apostillado.
En cuanto a la clorofila, el indicador ha bajado desde los 18,2 microgramos por litro (µg/l) el pasado 4 de noviembre a los 10,3 µg/l del 14 de noviembre, un descenso que Gilabert ha achacado a la disminución de temperatura, que ha bajado casi 5 grados en los últimos diez días, y al mayor intercambio del agua por los cambios de presiones y los vientos.
No obstante, ha remarcado que el nivel de clorofila está “todavía alto” y no ha desaparecido la situación de “sopa verde”.
En este sentido, el profesor de la UPCT ha apuntado que el viento de los últimos días ha sido el causante de que se hayan movido los sedimentos del fondo y que haya una mayor turbidez, generando que la laguna tenga un color marrón, aunque con menos fitoplancton que las semanas anteriores, mientras que las aguas están oxigenadas y homogéneas.
Según Gilabert, cuando cesen los vientos, la turbidez “cesará”, los sedimentos irán a los fondos y el agua estará más transparente, aunque cuanto vuelva a soplar el viento, volverá a “resuspenderse continuamente” el fango “hasta que no estén compactados en el fondo”.
A su juicio, cuando “sedimenten” los elementos en suspensión “puede afectar a los organismos que quedan en el fondo de las orillas de la laguna. Habrá dobles efectos, pero es difícil determinarlos exactamente”.
La directora general del Mar Menor, Miriam Pérez, ha anunciado que en los próximos días se presentará el borrador del decreto ley sobre Protección Integral del Mar Menor, tras haber finalizado los encuentros con todos los sectores interesados, comenzando ahora a desarrollarse el trabajo técnico de elaboración de los artículos.
Pérez ha destacado la labor de las brigadas de limpieza de la Comunidad Autónoma, que han retirado más de 1,8 millones de kilos de materia orgánica y residuos del agua desde el pasado mes de septiembre, cuando se produjo la gota fría.
Para ello, se han empleado 20 personas al día, llegando a un máximo de 50 operarios durante algunas jornadas, que han contado con retroexcavadoras, camiones bañera, porta contenedores y embarcaciones con dos buzos.
La oxigenación del agua continúa reflejando valores correctos, sin registrarse estratificación, y la temperatura media ha descendido de 18,8 a 15,4 grados.
Por otro lado, la salinidad sigue aumentando ligeramente y la turbidez ha subido a consecuencia de la “resuspensión” de sedimentos por vientos de las últimas semanas.