Sanidad Animal ordena sacrificar las 880 vacas a bordo de un barco de exportación rechazado por Turquía: “Estamos muy decepcionados con la actuación del Ministerio”

El buque de nacionalidad libanesa Karim Allah, que llevaba más de dos meses navegando por aguas del Mediterráneo con 880 vacas en su interior, ha generado en los últimos días una serie de controversias suscitadas por el ganado que se han saldado, finalmente, con la orden inapelable del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de que la empresa gestora de la embarcación sacrifique las reses “de acuerdo con la normativa aplicable”. En caso de que la empresa no proceda a su ejecución, será el propio Ministerio quien se haga cargo.

Así lo ha confirmado la cartera de agricultura en un comunicado en la tarde del sábado 27, en el que alega que tras las inspecciones veterinarias efectuadas los días 25 y 26 de febrero se constantó que el estado de los terneros después de dos meses de navegación “impide que emprendan de nuevo viaje para su exportación a un país tercero”.

Los antecedentes del periplo del Karim Allah en los últimos días son diversos: salió del puerto de Cartagena el 18 de diciembre con objetivo de exportar las reses en Turquía. Sin embargo, tras llegar al puerto turco, las autoridades rechazaron la entrada del barco bajo la sospecha o el miedo a que el ganado estuviera infectado por la enfermedad de la lengua azul, ampliamente extendida en Europa en los últimos años. Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, “la lengua azul es una enfermedad vírica que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes”, principalmente ovinos, pero también bovinos y caprinos, entre otros. La enfermedad se transmite entre los animales a través de las picaduras de insectos y no afecta a los humanos.

Tras el rechazo, el buque no tuvo más remedio que regresar a Cartagena, su puerto de origen, lo cual provocó una polémica con el Ministerio de Agricultura que aún sigue en pie: el lunes 22, cuando ya se acercaba a la ciudad portuaria, el Ministerio comunicó a la embarcación que tenían prohibido entrar en territorio español, porque según la normativa vigente, si el barco atracaba, los animales serían inmediatamente descargados y sacrificados, y el coste de la operación lo asumiría, por supuesto, la empresa encargada del transporte y la exportación. Tal y como ha declarado a este medio Miguel Masramon, abogado de la empresa, no podían entrar en el puerto porque “era como llevar a los animales al matadero y además asumir los gastos, sin saber seguro si tenían la lengua azul”.

Finalmente, a primera hora de la tarde el jueves 25, el Ministerio cambió su postura: permitió atracar al buque en Cartagena, tras lo cual se sometería a los animales a las pertinentes pruebas sobre su estado de salud. Fuentes de la Autoridad Portuaria de Cartagena han confirmado a este periódico que el Karim Allah se encuentra en estos momentos bajo sus dependencias. Miguel Masramon ha afirmado que, antes de que el Ministerio permitiera su entrada a tierra e hiciera pruebas a los animales, la propia empresa gestora de la exportación llevó hacia el barco a un veterinario en una lancha para realizar, bajo su coste, los análisis que el Ministerio se negaba a hacer. Estas pruebas fueron interceptadas por la Guardia Civil. El mismo jueves los veterinarios del Ministerio comenzaron sus labores de inspección del ganado, y, según el letrado, “se han centrado más en el estado del barco que en el de los animales, y no han sacado muestras de sangre. Nos sentimos muy decepcionados con la actuación del Ministerio, porque nos prometieron un examen de salud y no lo están haciendo”, ha asegurado.

Finalmente, EFE ha dado a conocer el resultado de las pruebas y del informe elaborado por el Ministerio en base a la inspección del ganado del jueves: en lo relativo a las condiciones de los animales en el barco, el informe refleja que, según una inspección visual, el 85% presenta afectaciones cutáneas, presuntamente por infección fúngica, y que en una “gran cantidad” sufren alteraciones digestivas y en algunos ejemplares han detectado sarna.

Además, precisa que en el buque se respetan las densidades máximas en los corrales, hay un adecuado estado de limpieza y un correcto funcionamiento de los bebederos, pero no hay comederos en los corrales y faltan camas de paja.

El informe concluye que, si bien los terneros reflejan lo prolongado del viaje, no hay signos críticos que “supongan compromiso o riesgo vital a corto plazo para los animales”. Pese a ello, el informe dictamina, por motivos de salud animal y debido a la imposibilidad de que los ejemplares vuelvan a ser vendidos a terceros, el sacrificio de las reses.

Las ONG se suman a la controversia

Al parecer esta situación vivida en Cartagena no es la única, sino que se repite con cierta frecuencia. El buque Elbeik, con bandera de Togo, partió de Tarragona también en diciembre transportando 1.776 cabezas de ganado bovino con destino a Turquía. Ante la negativa de Turquía, se intentó vender el ganado en Libia, pero la transacción no consiguió cerrarse. Al llegar a Trípoli el 10 de enero, las vacas fueron rechazadas por el mismo motivo. Desde entonces, el Elbeik ha pasado por aguas de Italia, Egipto y Chipre. Actualmente está en Famagusta (Chipre), esperando a que las autoridades chipriotas lo inspeccionen.

Si bien los animales, en ambos casos, partieron de sus puertos de origen sanos y en condiciones para su venta, el miedo a la enfermedad infundado por los países de Medio Oriente viene también precedido de las dudosas condiciones higiénicas de los barcos en un viaje tan largo para tantos animales. Silvia Barquero, directora nacional de Igualdad Animal, ha reiterado a elDiario.es Región de Murcia que llevan meses pidiendo la prohibición de esta índole de transportes al Ministerio. “No se puede asegurar el bienestar de las reses una vez salen del puerto, y este tipo de viajes implican un maltrato evidente para ellos”, ha manifestado.

Según Barquero, en abril 2020 la ONG que dirige realizó una investigación “que documentó cómo se trataba a los corderos que fueron comercializados a Arabia Saudí desde Cartagena, a los que se tiraba de las orejas, se les daba patadas. Y no es un hecho puntual. En 2019 un barco similar partió de Rumanía y se hundió con 20.000 ovejas”, ha aseverado.

Otra cuestión a tener en cuenta en el asunto es el probable deficiente estado de las embarcaciones destinadas al cometido de la exportación. Tal y como ha afirmado la presidenta de Igualdad Animal, el Karim Allah “tiene más de 50 años y no reúne las condiciones necesarias para el transporte de animales. Estos barcos tienen que tener unas condiciones de drenaje y de ventilación para que los animales no mueran. Hay que tener en cuenta que este barco lo han adaptado, pero debería estar jubilado”. A esta afirmación, el abogado del buque ha respondido que “el barco tiene un certificado oficial que le habilita para operar. Si alguien quiere discutir eso que lo diga donde debe, con pruebas, y que lo confronte con la entidad que capacitó al barco”.