No es la primera vez, ni será la última, que aparecen pintadas en parques infantiles insultando a las personas por su raza, orientación sexual o ideológica, hace poco tiempo, en la pedanía de Guadalupe, hoy en manos de Vox por cierto, denuncié públicamente en el diario La Verdad, que este tipo de actos racistas y xenófobos, no eran fruto de un demente ni de un pirao.
Eres un exagerado Miguel, me dijeron. Eso es cosa de un chalado.
En estos días hemos conocido como en la pedanía de Algezares han vuelto a aparecer este tipo de pintadas insultando directamente a un responsable político.
Más allá de las denuncias que se han hecho por un sector de la sociedad, no deberíamos quedarnos ahí, sino que tendríamos que hacer frente a quienes desde púlpitos, pedestales y caballos, fomentan el odio al diferente.
Llamemos a las cosas de una puta vez por su nombre: hay una parte de la sociedad que odia a los maricones, que creen que son enfermos y viciosos, que manchan el buen nombre de una familia y un país, que consideran que los maricones debilitan una sociedad y la corrompe.
En otras palabras, tenemos vecinos, compañeros de trabajo e incluso familiares que siguen anclados en el siglo pasado, y que sus complejos son los mismos que tienen fundamentalistas en países como Irak, Corea del Norte, Rusia o Irán, entre otros muchos, donde el machismo se mide inversamente proporcional al tamaño de su cerebro.
Si permitimos o dejamos pasar estos insultos, estaremos dejando la puerta abierta a que hoy sean los inmigrantes y los maricones, pero mañana será quien no piensa igual, como ya han propuesto Vox en la Asamblea de Madrid, y respaldado por el PP y Cs, o peor, que veamos con normalidad como el partido que ha ganado las elecciones en Murcia, Vox, veta a determinados medios de comunicación, cortando de cuajo la libertad.
No es la primera vez, ni será la última, que aparecen pintadas en parques infantiles insultando a las personas por su raza, orientación sexual o ideológica, hace poco tiempo, en la pedanía de Guadalupe, hoy en manos de Vox por cierto, denuncié públicamente en el diario La Verdad, que este tipo de actos racistas y xenófobos, no eran fruto de un demente ni de un pirao.
Eres un exagerado Miguel, me dijeron. Eso es cosa de un chalado.