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Los estudiantes de la UMU, contra la conferencia de Olona

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La semana pasada los alumnos de la Universidad de Murcia (UMU) recibíamos con sorpresa la noticia de que Macarena Olona diera una conferencia en sus instalaciones. Otra vez veíamos como la UMU abría sus puertas al discurso de extrema derecha, un discurso que promueve el odio, la xenofobia, las ideas antifeministas y anti-LGTB y, sobre todo, la privatización de la educación pública y la expulsión del estudiantado de clase obrera de las aulas.

Esta no es la primera vez que ocurre: la extrema derecha anda por la Universidad de Murcia como si fuera su casa. Desde 2017, Vox y sus referentes han usado los espacios de la UMU para propagar sus proclamas en distintas ocasiones. Entre estos actos cabe recordar el celebrado en marzo de 2020 contra la supuesta “ideología de género” y en el que dos estudiantes fueron agredidas por el cuerpo de seguridad de la Universidad.

Nos encontramos en un momento de auge de los discursos de extrema derecha y neoliberales de quienes, tras el argumento de la “libertad de elección”, defienden la privatización de nuestros centros de estudio que ya va creciendo con la aprobación de las nuevas leyes universitarias como la LOSU. Con la entrada de capital privado en nuestras universidades, estas se convierten en máquinas de creación de trabajadores que funcionarán como mano de obra cualificada y barata para los intereses empresariales tanto dentro como fuera de la Universidad. Dentro porque, con la excusa de la formación y la obtención de créditos, se nos usa de forma general en prácticas no remuneradas en las que incluso tenemos que pagar por trabajar; y fuera porque al salir al mundo laboral soportamos pésimas condiciones laborales. Quieren hacer de la Universidad un ente elitista alejado de las capas populares de la sociedad, recortando los presupuestos de las universidades públicas en beneficio de la privada y cediendo a estas últimas espacios y derechos que corresponden a los alumnos de la pública.

Otro punto a destacar es la hipocresía del equipo de gobierno de la UMU que, pese a jactarse continuamente de abrazar la diversidad y la inclusividad, cede a quienes están en contra de esto. De nada sirve hacer campañas el 8M, contra el racismo o la LGTBfobia cuando se permite que los discursos de odio entren en la Universidad sin condicionamiento alguno. En estos momentos es cuando a quienes se definen como progresistas se les cae la careta, fallando ante la mayoría del conjunto de la comunidad universitaria.

La respuesta de los estudiantes ante esta conferencia no se ha hecho de rogar. Desde que se tuvo conocimiento de esto han mostrado su rechazo y, desde la Asamblea de Estudiantes de la UMU, una plataforma abierta de estudiantes de distintas sensibilidades políticas, se ha convocado una concentración el mismo 23 de septiembre a las 18:30h en la Plaza de la Merced con el lema 'Fuera fascistas de la pública'. Mediante la difusión física y digital llaman a movilizarse contra la intromisión de los discursos discriminatorios en su centro de estudios. Frente a esto, apuestan “por la educación pública y laica, en defensa de los valores feministas y LGTB y al servicio por completo de la clase obrera”.

Pese a que sorprendiera el acto de Macarena Olona, no ha sorprendido la actitud de la Universidad que, ante esta convocatoria, ha optado por, en vez de dialogar con los estudiantes, pedir un amplio dispositivo policial, tachando así de “violenta” una asamblea que no ha llamado a la violencia y no tiene intención de hacerlo y justificando con antelación la represión policial hacia quienes acudan a una concentración en la que, tal y como pasó en Granada, se prevé que haya agresiones de militantes de extrema derecha.

Estas actuaciones, en clave de obviar los intereses de las estudiantes, se están convirtiendo en la tendencia habitual de la Universidad de Murcia. La convocatoria de la Asamblea de Estudiantes no busca una confrontación directa entre simpatizantes y detractores de discursos fascistas, sino denunciar a una institución pública que les da voz y, a su vez, presentar el modelo de universidad que queremos las estudiantes.

La semana pasada los alumnos de la Universidad de Murcia (UMU) recibíamos con sorpresa la noticia de que Macarena Olona diera una conferencia en sus instalaciones. Otra vez veíamos como la UMU abría sus puertas al discurso de extrema derecha, un discurso que promueve el odio, la xenofobia, las ideas antifeministas y anti-LGTB y, sobre todo, la privatización de la educación pública y la expulsión del estudiantado de clase obrera de las aulas.

Esta no es la primera vez que ocurre: la extrema derecha anda por la Universidad de Murcia como si fuera su casa. Desde 2017, Vox y sus referentes han usado los espacios de la UMU para propagar sus proclamas en distintas ocasiones. Entre estos actos cabe recordar el celebrado en marzo de 2020 contra la supuesta “ideología de género” y en el que dos estudiantes fueron agredidas por el cuerpo de seguridad de la Universidad.