En los más de veinte años que llevo como funcionario en el Ayuntamiento de Murcia no había percibido tan claro en ninguna ocasión que nuestros compañeros de la Policía Local estaban dispuestos a salir del miedo a ser señalados por más que haya posibles consecuencias de considerarlos conflictivos. Los policías han perdido el temor a saberse trabajadores y defender que tienen el derecho a percibir un salario digno, un justo precio por su entrega al mismo nivel de las demás policías locales de nuestra Región.
La concentración de la semana pasada fue un éxito desde muchos puntos de vista solo enturbiada, a mi modo de ver, por la Clac de liberados sindicales, que con su parafernalia de los viejos tiempos, que ya no enganÌan a nadie, originaban ruido, esa sinfonía de saber estar que han dado los verdaderos protagonistas de esta concentración: nuestra Policía Local.
Uno de los momentos que más me ha impresionado fue cuando sugerí la idea de subir al Pleno porque estos trabajadores son también ¡Ayuntamiento! y se encontraron con obstáculos. Finalmente estos compañeros subieron a dar la cara con su DNI en la mano sin importarles que les identificaran como lo que son: servidores puÌblicos que, aunque vistan uniforme, tienen derechos y no se esconden para defenderlos.
El silencio impresionaba y solo se rompió en aplausos cuando un concejal de la oposición les cantó las verdades del barquero al Sr. concejal responsable de Policía, quien solo intenta desprestigiar al que critica su gestión.
Estrechando su afable mano, le pude manifestar a nuestro senÌor Alcalde, “que aquí estamos sus trabajadores, tome la curva” porque estamos un poco cansados de que se salga por la tangente. No puede seguir diciendo que no sabe lo que pasa en su Policía Local.
Me sorprendió gratamente la asistencia de representantes de las Asociaciones de Vecinos porque saben que necesitan a su Policía Local. Y la han tenido a su lado en los recientes y terribles momentos de la DANA.
Señor Alcalde, escuche a sus trabajadores que no lo dejan de ser por vestir uniforme, y póngase al frente de la solucioÌn que su ciudad necesita con urgencia. Hágale caso a este humilde sindicalista que se ha sentido hermanado con un colectivo a que mucho le debemos, y a quien nadie paga. La seguridad de la ciudad de Murcia lo exige.
En los más de veinte años que llevo como funcionario en el Ayuntamiento de Murcia no había percibido tan claro en ninguna ocasión que nuestros compañeros de la Policía Local estaban dispuestos a salir del miedo a ser señalados por más que haya posibles consecuencias de considerarlos conflictivos. Los policías han perdido el temor a saberse trabajadores y defender que tienen el derecho a percibir un salario digno, un justo precio por su entrega al mismo nivel de las demás policías locales de nuestra Región.
La concentración de la semana pasada fue un éxito desde muchos puntos de vista solo enturbiada, a mi modo de ver, por la Clac de liberados sindicales, que con su parafernalia de los viejos tiempos, que ya no enganÌan a nadie, originaban ruido, esa sinfonía de saber estar que han dado los verdaderos protagonistas de esta concentración: nuestra Policía Local.