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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

¿Política o juegos camaleónicos?

Isabel Franco, la nueva consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social se ha reunido recientemente con el presidente del Foro de la Familia, Alfonso Galdón. Vuelve a la carga este Foro contra la Ley 8/2016 de Igualdad, la normativa con la que nuestra Región cuenta para erradicar la LGTBIfobia que, aún campa a sus anchas, a pesar de los años que pasan, las leyes igualitarias y la inteligencia social, pese a los intentos de esta asociación por impedirlo.     

El Foro de la Familia lanza el siguiente mensaje desde su página web: “Desde el Foro defendemos y promovemos la defensa del derecho a la vida en todas sus etapas, el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos y la diversidad, expresada de manera excelente en el matrimonio entre un hombre y una mujer.”   Es decir, para esta asociación, la excelencia en diversidad para formar una familia a través del matrimonio consiste en ser hombre o mujer.  Nada de raza, creencias religiosas, origen geográfico, cultural o social, orientación sexual, de género o familiar. No.  La diversidad excelente es el resultado de aquella fórmula magistral entre un pene y una vagina: la diversidad se ubica en la entrepierna.

Así mismo, esta asociación debe considerar que el resto de los mortales no defendemos el derecho a la vida en todas sus etapas, lo que ya de entrada es sospechoso. No solo la defendemos, sino que trabajamos por ello. 

Por otro lado, defienden el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos sin discernir si ésta es contraria a los derechos de los menores, que son en definitiva los que priman, más allá de posibles creencias subjetivas que ponen en riesgo un óptimo y adecuado desarrollo de su personalidad.   

Ante esta simpleza de enorme preocupación, la consejera Isabel Franco, en su entrevista con el representante del Foro de la Familia, les lanza un guiño declarando que se trata de “un colectivo necesario a la hora de establecer la línea de trabajo que desarrolla la Consejería”.

Las personas que formamos el colectivo LGTBI nos preguntamos si la nueva consejera quiere desarrollar la Ley de Igualdad, tal y como se ha comprometido públicamente o quiere seguir endulzando la LGTBIfobia de esa asociación que hasta hace poco escribía en su página web que “la familia natural es la formada por un hombre y una mujer”, expresión que han suavizado, dado el carácter claramente retrógrado de semejante disparate excluyente, discriminatorio y cargado de ignorancia.

No es posible permanecer al sol y a la sombra al mismo tiempo, por mucho ejercicio manipulativo que se haga. Ni se puede estar a bien con todo el mundo. Defender una cosa y su contraria es inviable. O estamos por la defensa de la diversidad, la igualdad, la equidad y los Derechos Humanos o estamos con el Foro de la Familia.  Así de simple.  

Que sirva de recordatorio aquella famosa frase con la que Pedro Zerolo contestó un día a la famosa LGTBIfóbica Ana Botella: “En su modelo de sociedad no quepo yo, en el mío sí cabe usted”.

Es necesario no regresar a las andadas del último gobierno del PP en esta Región en materia de diversidad sexual, género y familiar, que, con el apoyo del grupo parlamentario de Ciudadanos Región de Murcia, obstaculizó la aplicación  de la Ley de Igualdad, tan necesaria para avanzar hacia una sociedad más libre e igualitaria,  guiados por esa asociación tan necesaria para la señora Franco.    

El Foro de la Familia no es un interlocutor válido para hablar ni de Mujer, ni de Igualdad, ni de LGTBI, ni de todas las Familias, ni de Política Social, tal y como reza el gran título de la nueva consejería, salvo que sea un ornamento hecho a la medida para hacernos fotos todos juntos sin el más mínimo interés de corresponder con el nombre las políticas a desarrollar.   

Comienza en breve un nuevo curso, y con él miles de alumnos necesitarán información y educación sobre diversidad sexual, de género y familiar para frenar el bulliyng por LGTBIfobia y para saber cómo gestionar la misma dentro del seno de sus propias familias; para tomar conciencia de que ser gay, lesbiana, bisexual, trans o heterosexual son sólo diferentes opciones, y que ninguna de ellas es más válida que otra; o para no sentir como una rareza cuestionable pertenecer a una familia de dos mamás o dos papás.

Necesitarán todo el apoyo para no caer en la falsa creencia de que son ciudadanas y ciudadanos de segunda, que padecen de un mal que les condena o que no tienen derecho a ser felices. Necesitarán que alguien inteligente y formado que les cuente que lo natural está en la diversidad, que ésta es mucho más amplia que los genitales, y que lo absolutamente negativo es discriminar o estigmatizar a quien elige una forma de vida no heteronormativa.    

¿Optará la nueva consejera Isabel Franco por desarrollar el pensamiento político del Foro de la Familia, tal y como hizo el anterior Gobierno con el apoyo de su propio partido o elegirá que avancemos en el desarrollo de derechos y libertades, enriqueciéndonos como sociedad en valores como el respeto, la tolerancia y la diversidad?

 

 

Isabel Franco, la nueva consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social se ha reunido recientemente con el presidente del Foro de la Familia, Alfonso Galdón. Vuelve a la carga este Foro contra la Ley 8/2016 de Igualdad, la normativa con la que nuestra Región cuenta para erradicar la LGTBIfobia que, aún campa a sus anchas, a pesar de los años que pasan, las leyes igualitarias y la inteligencia social, pese a los intentos de esta asociación por impedirlo.     

El Foro de la Familia lanza el siguiente mensaje desde su página web: “Desde el Foro defendemos y promovemos la defensa del derecho a la vida en todas sus etapas, el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos y la diversidad, expresada de manera excelente en el matrimonio entre un hombre y una mujer.”   Es decir, para esta asociación, la excelencia en diversidad para formar una familia a través del matrimonio consiste en ser hombre o mujer.  Nada de raza, creencias religiosas, origen geográfico, cultural o social, orientación sexual, de género o familiar. No.  La diversidad excelente es el resultado de aquella fórmula magistral entre un pene y una vagina: la diversidad se ubica en la entrepierna.