Región de Murcia Opinión y blogs

Sobre este blog

¿Por qué protestan los colombianos?

0

Las razones por las que protestan los colombianos son infinitas, provocadas por una crisis endémica a nivel económico, político y social que se ha agravado con la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, me centraré en analizar algunas claves en lo que parece una revolución social frente al gobierno de Iván Duque a través de la protesta pacífica de las colombianas y colombianos a lo largo y ancho del país y del mundo.

Para comprender lo que sucede en un país remoto y lejano de la gran urbe de los estados del hemisferio norte, primeramente debemos contextualizar que Colombia en el 2018 firmó un proceso de paz entre el Estado y las FARC. No es mejor acuerdo, pero sí un primer paso para poner algo de paz y reconciliación a tanto rencor provocado por más de 50 años de guerra.

Uno de los principales inconvenientes es que los líderes de las guerrillas no fueron capaces de desmovilizar a todos sus miembros, así podemos destacar a alias 'guacho' que en 2018 secuestró y asesinó a dos periodistas ecuatorianos del periódico 'El Comercio'. Posteriormente fue capturado “muerto”. Además del asesinato de líderes indígenas que, por una parte, defienden su territorio de las guerrillas, paramilitares y del narcotráfico y, por la otra, se oponen al modelo extractivista de los recursos naturales.

En medio de este contexto, el pupilo –Iván Duque– del expresidente Uribe fue electo presidente fiel a la línea de su mentor, y al no estar de acuerdo con los términos del acuerdo de paz empezó a recortar los fondos públicos para la reintegración social de los 'guerrilleros' desmovilizados. Dificultando su inserción en la sociedad.

La última propuesta de reforma tributaria denominada 'Ley de Solidaridad' es la gota que derramó el vaso; en la que se pretendía incrementar la carga impositiva de IRPF a las clases medias y populares a la vez que subían los impuestos indirectos como el IVA a los productos de la canasta básica. Dificultando la maltrecha situación económica de las familias agravada por la pandemia.

Después de Chile, el otro gran modelo neoliberal en la región es Colombia. Durante años han impuesto una serie de medidas y reformas económicas que lo único que han conseguido es incrementar los niveles de desigualdades sociales. Al no tener un tejido productivo sólido muchos colombianos viven al día con los ingresos que obtienen de la economía sumergida; mucho antes de la pandemia, Colombia es uno de los países más desiguales de América del Sur.

Otro aspecto para tener en cuenta es la represión policial y militar que desde el primer día de las manifestaciones ha alimentado la movilización social, provocando una violación sistemática de los Derechos Humanos y los excesos de la fuerza policial. Desde mi perspectiva esto se debe a que la policía colombiana y sobre todo el ESMAD – escuadrones móviles antidisturbios – están preparados para el combate cuerpo a cuerpo en un contexto de guerra frente a las guerrillas, no de movilizaciones sociales de la sociedad civil.

Las tareas del Estado colombiano son muchas, la más urgente la vacunación contra la COVID-19. Después, luchar contra la corrupción, la recuperación de la economía, la sanidad y la educación como pilares fundamentales de un nuevo modelo de desarrollo basado en la economía circular en equilibrio con la naturaleza; lejos del extractivismo que provoca desplazamientos de las comunidades indígenas por la contaminación de sus territorios.

Las razones por las que protestan los colombianos son infinitas, provocadas por una crisis endémica a nivel económico, político y social que se ha agravado con la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, me centraré en analizar algunas claves en lo que parece una revolución social frente al gobierno de Iván Duque a través de la protesta pacífica de las colombianas y colombianos a lo largo y ancho del país y del mundo.

Para comprender lo que sucede en un país remoto y lejano de la gran urbe de los estados del hemisferio norte, primeramente debemos contextualizar que Colombia en el 2018 firmó un proceso de paz entre el Estado y las FARC. No es mejor acuerdo, pero sí un primer paso para poner algo de paz y reconciliación a tanto rencor provocado por más de 50 años de guerra.