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Sí, voy, pero ir para nada es tontería

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Anuncios con el pie cambiado que pueden alterar el futuro. Sus motivos, solo él los conoce; los demás solo pueden hacer conjeturas o elaborar estrategias complicadas que incluyen: la dimisión y la marcha a Europa, dejando a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero como presidenta, ya que no se pueden convocar nuevas elecciones y tendremos que investir a alguien o la moción de confianza, para destacar su papel central en el gobierno. Dependiendo del resultado, algunos dirán una cosa y otros otra, aunque a priori solo las derechas de siempre esperaban la imputación y nadie esperaba la carta del presidente, que a mí me suena más a arrebato de un hombre que quiere a su esposa que a una estrategia con cinco días de reflexión y un vilo para todos.

No sé qué sucederá, pero está claro que esto en cualquiera de sus formas es una llamada de atención que quizás llega más lejos que otras y que tal vez debe servir como reflexión. Con esta noticia y en medio de la incertidumbre, suena un poco extraño que escriba yo sobre el ferrocarril, pero es que aún, sin tener relación, tiene el mismo patrón.

Antes de las elecciones que llevaron a Ballesta al poder, oponiéndose al plan de movilidad que antes había defendido, el líder de la oposición en Valladolid, Jesús Julio Carnero, que ahora gobierna, se reunió con Ouigo para intentar mejorar las nuevas rutas. Valladolid, ciudad dormitorio de Madrid. El PP ganó en Valladolid y Óscar Puente, derrotado, terminó como diputado y ministro del nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Llegado al gobierno, el nuevo ministro se encontró con que había una empresa húngara que le quería comprar uno de los mejores inventos españoles, el TALGO, y que, en España, siguiendo las directrices europeas, se había diferenciado entre la gestión de las vías, monopolio natural encargado a ADIF, y los trenes que circulan por ellas, que estaban abiertos a la competencia de las diversas compañías. Esto supuso la entrada de compañías extranjeras, Ouigo, filial francesa de la SNCF pública, e Iryo, de capital mayoritariamente italiano.

Según el Ministerio, Ouigo ha llevado a cabo una agresiva campaña para hacerse con la mayor parte del mercado, presionando, además, para reducir o congelar las tarifas ferroviarias, al mismo tiempo que iniciaba una política de acuerdos con diferentes ayuntamientos. En enero de 2023, alcanzó un acuerdo con Alicante para ofrecer 28.000 plazas semanales, y en la feria Fitur de este año, acordó colaboraciones con Valladolid y Elche. El acuerdo con Elche implicaba que la compañía se comprometía a mantener dos frecuencias diarias de viaje de ida y vuelta (cuatro trayectos) en la ruta de Madrid-Albacete-Elche-Murcia, con horarios a primera y última hora del día, en trayectos de 2 horas y 45 minutos. Esta oferta representaría el desarrollo de 14.000 plazas semanales, lo cual equivaldría a 2.000 plazas al día. Sin embargo, nadie indicaba ni nos decía a qué se comprometía el Ayuntamiento de Elche con ellos.

Curiosamente, las 14.000 plazas semanales que prometían en una línea que sale de Madrid pasa por Albacete y finaliza en Murcia se transformarían en la capital del Segura en 14.000 plazas para Murcia, sin que, al parecer, hubiera mediado un convenio o protocolo, ya que no se ha anunciado ninguno, a pesar de que el alcalde de Murcia se ha estado reuniendo con la compañía desde agosto de 2024.

En consecuencia, cabe preguntarse, cómo va a cumplir su acuerdo con Elche la empresa Ouigo, hay algún acuerdo con Murcia que nos explique cómo nos van a llegar esos 14.000 viajeros de la línea a la estación terminal. En cualquier caso, me van a perdonar, pero este modelo de negocio me suena al que tenían las empresas aéreas de bajo coste en sus inicios. Esas que prometían traer viajeros a las ciudades a cambio de financiación y todos sabemos cómo terminó aquello: en primer lugar, con una práctica de precios inferiores a los costos, donde el viajero ya no era un cliente sino una mercancía a transportar, y no siempre la más interesante para la ciudad; en segundo lugar, un modelo que tendía a reducir los costos laborales, lo cual afectó a las grandes compañías cuyos costos fijos por trabajador les impedían competir. Veremos qué sucederá en unos años en España con el ferrocarril, porque ya hemos vivido este futuro.

Lo peor de este asunto es que mientras Francia protege su mercado, alguien debería denunciarlo ante la Comisión de Competencia Europea. El Partido Popular ha decidido ponerle palos en las ruedas al mismo Ministerio de Fomento español que algún día deberá gobernar. Esto es difícil de explicar, sobre todo si lo hacen apelando a una libertad de empresa basada en acuerdos con lo público en lugar de una relación directa entre costos y beneficios. En todo caso, solo quiero que me resuelvan una duda: ¿En Murcia tenemos un acuerdo con Ouigo? O bien no hay acuerdo y nos llegan de rebote por ser estación término. En el primer caso, deberían explicarlo. En el segundo, necesito otro artículo para echarme unas risas.  

Anuncios con el pie cambiado que pueden alterar el futuro. Sus motivos, solo él los conoce; los demás solo pueden hacer conjeturas o elaborar estrategias complicadas que incluyen: la dimisión y la marcha a Europa, dejando a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero como presidenta, ya que no se pueden convocar nuevas elecciones y tendremos que investir a alguien o la moción de confianza, para destacar su papel central en el gobierno. Dependiendo del resultado, algunos dirán una cosa y otros otra, aunque a priori solo las derechas de siempre esperaban la imputación y nadie esperaba la carta del presidente, que a mí me suena más a arrebato de un hombre que quiere a su esposa que a una estrategia con cinco días de reflexión y un vilo para todos.

No sé qué sucederá, pero está claro que esto en cualquiera de sus formas es una llamada de atención que quizás llega más lejos que otras y que tal vez debe servir como reflexión. Con esta noticia y en medio de la incertidumbre, suena un poco extraño que escriba yo sobre el ferrocarril, pero es que aún, sin tener relación, tiene el mismo patrón.