Las bicicletas en Murcia siguen creciendo lentamente, pero su presencia aumenta a pesar de mentiras, atrasos y excusas. La última gran mentira fue el compromiso del ayuntamiento de realizar 5 nuevos ejes de carriles bici en la ciudad antes de que acabara el mes de noviembre de 2020. Tres meses después ni siquiera los han empezado. Podríamos además recalcar que algunos de esos ejes ya se habían presentado e incluso subvencionado años anteriores ¿Dónde estará ese dinero?
Murcia es un lugar ideal para la bicicleta. Nuestra ciudad, plana, seca y soleada. Escoltada por decenas de pedanías llenas de vida en cuyas calles se podrían hacer miles de trayectos en bici. En la fase de desescalada de la primera ola de esta maldita pandemia, aunque fuera por imitación de otras ciudades, llegamos a pensar que la bicicleta iba a tomar un papel más protagonista en los presupuestos municipales, pero no fue así.
Estamos cansados de excusas y de reuniones. Cansados de que las personas que deciden y que realmente podrían voltear la situación nos digan: “Yo utilizo la bici”, como si eso les hiciera conocedores de la situación, o “a mí me han robado la bici cuatro veces y aún la sigo usando”, como si la única solución fuera aceptar tener una bici de 5ª mano en mal estado para poder usarla al día siguiente o para que pueda pasar unas horas en la calle sin miedo a no encontrarla a la vuelta. También escuchamos frases como “por la mota del río se va muy bien, ¿verdad?” Pues sí, pero es que ese carril-bici es de ocio y se va bien porque está pacificado. Y es que en ese lugar siempre ha estado limitado el tráfico a motor.
Nos duele …
Amistades que dejan de utilizar la bici porque se la roban y deciden cambiar de modo de transporte. Robos en parkings municipales cerrados, con cámaras que no funcionan. En 'aparcabicis', durante el día, en las calles de la ciudad con nuestra policía y administración mirando hacia otro lado. Los primeros miran hacia otro lado, y los segundos, se miran, se ven y se gustan en los medios de comunicación en anuncios de carriles bici, nuevos o viejos, celebrando proyectos europeos concedidos que nunca disfrutaremos porque al no cumplir los plazos límite nunca se ejecutarán.
Un servicio de MuyBici abandonado a su suerte con cada vez menos bicis. Y las que quedan, en mal estado. Los usuarios, los valientes que aún resisten, sin saber qué se van a encontrar al día siguiente ¿Tendrán bicicletas en la estación más cercana? Si tienen suerte, ¿será usable? Es decir, al menos frenará, el sillín conservará una mínima rigidez y el manillar mantendrá la dirección, entre otras minucias. Y si hablásemos de las pedanías: esas grandes abandonadas. Tan cerca y tan poco y mal servidas por nuestros políticos y servicios públicos.
Carriles-bici construidos por obligación en las nuevas circunvalaciones. Aceras-bici estrechas en los alrededores de urbanizaciones que acaban abruptamente en un contenedor, un cruce o en la maleza de una calle sin acabar. Seis meses de brillantez que nos trajeron unos cuantos kilómetros de carriles en el centro de la ciudad que nos hicieron soñar. Pero antes y después, muchas promesas incumplidas en reuniones y publicaciones en prensa. Entre medias, cambios múltiples de interlocutores, diferentes concejalías, la creación del observatorio municipal de la bicicleta y el liderazgo del ayuntamiento de la red de ciudades por la bicicleta y muchos premios que sin entrar en su merecimiento no tienen una representación en la vida real.
… pero no nos rendimos
Nos gusta tener los pies en el suelo o, en todo caso, encima de los pedales de una bici, por eso nos duele tener que matizar o poner en contexto a quienes nos cuentan ilusionados lo que acaban de leer en el titular del periódico. A veces parecen un déjà-vu porque algunas de esas noticias son muy parecidas a las que se publicaron años atrás. A veces nos callamos porque queremos creer, imaginando que si no recordamos lo que ya ha pasado, habrá más posibilidades de que esas noticias se hagan realidad. La verdad es que no nos gusta quejarnos. La bici nos llena de felicidad y sí seguimos aquí, sí nos reunimos y nos manifestamos. Si escribimos estas palabras es porque no nos cansamos de imaginar poder compartir esa felicidad con nuestros vecinos y vecinas.
Las bicicletas en Murcia siguen creciendo lentamente, pero su presencia aumenta a pesar de mentiras, atrasos y excusas. La última gran mentira fue el compromiso del ayuntamiento de realizar 5 nuevos ejes de carriles bici en la ciudad antes de que acabara el mes de noviembre de 2020. Tres meses después ni siquiera los han empezado. Podríamos además recalcar que algunos de esos ejes ya se habían presentado e incluso subvencionado años anteriores ¿Dónde estará ese dinero?
Murcia es un lugar ideal para la bicicleta. Nuestra ciudad, plana, seca y soleada. Escoltada por decenas de pedanías llenas de vida en cuyas calles se podrían hacer miles de trayectos en bici. En la fase de desescalada de la primera ola de esta maldita pandemia, aunque fuera por imitación de otras ciudades, llegamos a pensar que la bicicleta iba a tomar un papel más protagonista en los presupuestos municipales, pero no fue así.