El silencio que Bernarda Alba pide a sus hijas se ha convertido en la nueva y pionera iniciativa que ciudades como Barcelona han introducido en el transporte urbano.
“Evita hablar” se ha convertido así en el último grito en toda la red de transporte público de varias ciudades de España para evitar la propagación de la COVID-19. Y todo ello, a pesar de los numerosos estudios científicos europeos que avalan que el transporte público no es una fuente de contagio.
Para algunos, la iniciativa “transporte silencioso” puede tener ventajas, como disfrutar de un viaje más tranquilo sin distracciones ni ruidos. Para otros, esto destaca la necesidad de reforzar las líneas, especialmente a la entrada y salida de los centros educativos y universidades, para que a las horas punta los autobuses sean de mayor capacidad.
Sea como fuere, en casi todas las ciudades y comunidades autónomas de España están dispuestos a tomar medidas extraordinarias para una situación extraordinaria salvo Fernando López Miras. Que comienza el año 2021 sin presupuestos. Y con el mismo propósito del año anterior: aprovechar la mayor emergencia sanitaria de nuestro tiempo como excusa para deteriorar el transporte público en la Región.
¡Silencio!
Silencio por respuesta ante la petición de centenares de estudiantes y ayuntamientos, como el de Lorca o Águilas, que pedían a la consejería de Fomento reforzar las líneas con motivo de los exámenes presenciales universitarios por la dificultad de poder acudir hasta los campus de las universidades debido a las limitaciones de aforo en el transporte regional. Silencios que evidencian que, desde que el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la COVID-19 como pandemia, López Miras no ha hecho más que desesperar a los colectivos y dar la espalda a los miles de usuarios que, cada día, usan el transporte en la región.
Y todo ello en un mes en el que se ha aprobado un Decreto-Ley urgente (9 meses después de que se declarase el Estado de Alarma) por el que se establece una línea de subvenciones para los concesionarios de los servicios de transporte público regular interurbano de viajeros por carretera.
Un Decreto que no ayudará en nada a los usuarios ni a los estudiantes que el 1 de febrero continuarán con el mismo problema de movilidad en el transporte: sin autobuses suficientes para ir a la universidad bajo pretexto de falta de demanda.
Silencio y falta de transparencia e ideas, por parte de López Miras, ante los 9,2 millones de euros que llegarán a la Región de Murcia procedentes del Fondo de 800 millones del Gobierno de España para que el López Miras no sólo de ayudas para atajar la crisis sino para no suprimir las líneas para que los trabajadores y trabajadoras, que quieren trabajar, puedan salir del ERTE.
Silencios que son excusas cuando “nos venden” que no pone más autobuses porque no quieren ver autobuses vacíos. Cuando todos sabemos que su campaña de falta de demanda no es más que un pretexto ante la falta de una buena oferta.
No puede haber demanda cuando una vecina Águilas tiene que acudir a una cita médica a las 12:00 horas y el autobús sale a las 07:00 y vuelve a las 13:30 horas. No puede haber demanda cuando la Línea 30, que realiza el trayecto entre la pedanía de Los Ramos y la ciudad de Murcia, sólo ofrece 7 expediciones (un 25% de lo habitual). No puede haber demanda cuando no se retoman los horarios de los autobuses la línea 21B ni en la 42 de la vega Media. No puede haber demanda en el momento en el que estudiantes de Lorca no pueden desplazarse para realizar los exámenes presenciales.
Silencio al que el PSRM-PSOE pone y pondrá voz siempre a través de iniciativas encaminadas a que inviertan en un servicio esencial para la ciudadanía que, ahora más que nunca, necesita ser reforzado para no generar desigualdades innecesarias. Porque la movilidad sostenible es mucho más que un decreto. Es luchar por un derecho que nos permite cumplimentar otros derechos como el de ir a trabajar, a la escuela, a la universidad o a una cita médica.