El Mar Menor, conocido durante décadas en todo el mundo por sus aguas cristalinas y llenas de vida, es hoy “un lodazal maloliente en el que la vida lucha por sobrevivir”, describe la portavoz regional de Podemos, María Marín. Para la formación morada, las lluvias de los últimos días han venido a probar que “no se están poniendo las soluciones adecuadas para evitar que la mayor laguna salada de Europa continúe su camino hacia el abismo”. Para Marín, lo que está ocurriendo de nuevo durante los últimos días en el Mar Menor “no deja lugar a dudas de la preocupante situación en la que se encuentra este ecosistema”. Las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia del Mar Menor han mostrado como toneladas de barro están siendo arrastradas de nuevo a la laguna, “cargadas de nitratos procedentes del agronegocio”, tal y como ha señalado la portavoz. Sin embargo, la solución para López Miras y su consejero Antonio Luengo ha sido “limitarse a desconectar esas cámaras, una práctica habitual cada vez que el Mar Menor muestra las consecuencias de años de permisividad con la contaminación”.
La diputada de Podemos ha destacado que la situación actual de la laguna salada “se repite cada vez que llueve con cierta intensidad”, lo que se debe a que “dos años y medio después del ecocodio de 2019 nada ha cambiado”. El miércoles compareció en la Asamblea el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Antonio Luengo, para dar cuenta del cumplimiento de la Ley de Protección del Mar Menor y tuvo que escuchar a la portavoz de Podemos repasar “cada uno de los incumplimientos que la Consejería está tolerando y por los que está siendo requerida una y otra vez por los tribunales”. Marín denunció que, a pesar de todo el tiempo transcurrido desde que PP, PSOE y Ciudadanos aprobaron una ley que para Podemos siempre fue “ineficaz” y “hecha al dictado de quienes quieren incumplirla”, aún no se han creadolos filtros verdes que establece, ni se lleva a cabo el control de los fertilizantes utilizados, algo que provocó la intervención de un operativo de la Guardia Civil, teniendo que ser este cuerpo de seguridad quien actuase, frente a la pasividad y la falta de inspecciones de la Consejería. Un hecho que además ha sido confirmado recientemente por los tribunales cuando recuerdan a Luengo que es competencia de la Comunidad Autónoma controlar y sancionar a quienes incumplen las leyes ambientales. Marín también ha criticado que, a pesar de todas las veces que se ha comprometido a ello, el Ejecutivo de López Miras “no ha desmantelado los regadíos ilegales, restituyéndose tan solo el 2% del total al que obliga su propia ley, que ya de por sí es insuficiente”.
Marín ha señalado que, observando los últimos datos y mirando el estado en que se encuentra, “es muy probable que el Mar Menor vuelva a estallar en las próximas semanas”. Una catástrofe ambiental que supondría además “un clavo más en el ataúd en el que están encerrando a sectores como la hostelería y el comercio, justo cuando falta muy poco para la temporada de Semana Santa, cuando estos sectores pretendían levantar el vuelo después de un verano aciago”. “Hoy de nuevo toca llamar a los vecinos y vecinas del Mar Menor a movilizarse por su futuro y exigir responsabilidades a un Gobierno regional que es el mayor enemigo de la laguna”, ha reclamado la portavoz.