El ayuntamiento de Murcia presenta los presupuestos de 2015 como los del “fin de los ajustes”
El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, y la concejala de Hacienda, Isabel Martínez Conesa, defendieron ayer que los prespuestos de 2015 “garantizarán la prestación de los servicios públicos y acabarán con los últimos años de ajustes”. En opinión del equipo de Gobierno del PP, el fin de ciclo será posible después de alcanzar una situación de estabilidad financiera sostenible en el tiempo y afrontar el nuevo año con una bajada en los tipos impositivos, lo que argumentan que se traducirá en una reducción de los tributos y en una disminución del esfuerzo fiscal por parte de las familias y empresas.
La opinión del resto de grupos políticos es totalmente opuesta. El portavoz de UPyD, Rubén Juan Serna, ha empleado la misma fórmula del alcalde para arremeter contra los presupuestos, afirmando que suponen “el fin de un ciclo, el epitafio del PP” al frente del ayuntamiento, y ha añadido que la medida de bajar los impuestos responde a un fin “meramente electoral”. Sin embargo, el concejal de UPyD cree que ese intento del PP “será inútil porque los ciudadanos saben que en realidad han estado pagando mucho, y que ahora se les baja con la intención de parecer buenos gestores”.
El PP ha defendido que los nuevos presupuestos se traducirán en un ahorro efectivo para los murcianos de 5 millones de euros, por la reducción del 12.5% en el tipo de gravamen del IBI, del 5% del IAE y por congelación de los demás impuestos tasas, así como por la aplicación de nuevas bonificaciones fiscales. Sin embargo Esther Herguedas, portavoz de Izquierda Unida, no comparte el “sentido triunfalista” de la concejala de Hacienda sobre la reducción de impuestos, ya que en su opinión, los ingresos por los principales impuestos como el IBI y el IAE, “son un calco del año anterior”, y eso demuestra que “las repercusiones de la bajada del tipo se han compensado con otro tipo de subidas”.
El ayuntamiento de Murcia dispondrá en 2015 de unos presupuestos de 399,98 millones de euros, un 2,29% más que en 2014, y según el Gobierno municipal, “están diseñados con rigor y transparencia, con el objetivo de mejorar la solvencia municipal y, al mismo tiempo, garantizar la calidad de vida y los servicios de la ciudad, y atender a las personas, dando prioridad a los planes contra la pobreza, las prestaciones sociales y potenciando las políticas de fomento de empleo”. Según el ayuntamiento de Murcia, la estabilidad presupuestaria obtenida gracias al esfuerzo de los últimos años permitirá reducir la deuda prevista en 9,3 millones de euros y bajar la deuda por habitante de 442 a 420 euros en 2015.
Sin embargo, para el grupo municipal socialista, “las cifras hablan por sí solas” y confirman que hay 50 mil familias en la Región que no tienen ningún tipo de ingresos, un tercio de las cuales son del municipio de Murcia. Según el edil socialista Juan Patricio Castro, los prespuestos de 2015 “vuelven a mostrar la indolencia de un Gobierno que no se conmueve ante los datos de pobreza y exclusión social”.
Castro se ha mostrado asombrado “al comprobar cómo la concejalía de Bienestar Social y Servicios Sociales se queda prácticamente como estaba, con un pequeño incremento de un millón de euros”, una subida que el concejal del PSOE califica como ridícula “si se quiere atender las necesidades básicas de muchas familias murcianas que lo están pasando mal e invertir en alquiler social, en más becas de comedor y material escolar, en la puesta en marcha de bonos especiales en el transporte público para parados, o en un fondo social para abordar la pobreza energética, entre otras cuestiones prioritarias”.
Todos los grupos de la oposición han destacado también la partida dedicada a inversiones. Según el PSOE, “mientras las inversiones reales destinadas a las concejalías sufran una disminución de casi 3 millones de euros, es casi imposible generar actividad económica y aplicar políticas de ayuda a los desempleados que, en el municipio de Murcia, alcanza la cifra de 42 mil”. Por su parte, la concejala de Izquierda Unida ha explicado que “en lugar de aumentar las inversiones y activar el empleo, se ha optado por centrar su esfuerzo en reducir la deuda acumulada por la desastrosa gestión de años anteriores, en cumplimiento de los rígidos criterios de estabilidad presupuestaria”. Según Herguedas, se trata de “un importante sacrificio que no impide que el ayuntamiento siga destinando más de 35 millones de euros al pago de la deuda, con un 7,96% del presupuesto, cantidad superior a lo que se dirige a la concejalía de Bienestar Social y Sanidad, por poner un ejemplo”.
El concejal de UPyD, Rubén Juan Serna, también ha criticado que, al igual que en años anteriores, los presupuestos sean presentados por el alcalde Cámara y la concejala de Hacienda ante los medios de comunicación, sin que antes se les muestre a los grupos de la oposición, “que se ven así imposibilitados para ejercer la labor de control político”. Serna ha concluido que “el próximo año, cuando se produzca un cambio de Gobierno, será el momento de revisar estos enormes gastos que a buen seguro habrá que volver a plantear”.
