Algunos dicen que son la poesía de la era del capitalismo salvaje. En ellos, como en un verso, la métrica y el ritmo son claves. Deben ser concisos, persuasivos, sencillos pero impactantes. Capaces de quedarse en la memoria y de saltar con naturalidad en una conversación. Si son buenos, tienen el poder de activar en nuestra mente cadenas de recuerdos, sensaciones, pensamientos. De sugestionarnos. Al menos eso dicen los manuales. Son los eslóganes.
Las calles de la Región de Murcia se han llenado de carteles, imágenes y reclamos que quieren movernos a votar. Cada partido ha buscado su identidad a la hora de elegir eslogan político. No en vano, dicen los manuales que “de la originalidad del mensaje depende su éxito”.
Sin embargo, la campaña se está caracterizando por una cierta uniformidad en el mensaje. Cualquiera que se dé un paseo por su localidad y preste atención a los carteles verá enseguida que las palabras estrella de estas elecciones son todas las relativas al momento, al cambio, la acción, conceptos todos que parecen venir de lo que espontáneamente se generó en las plazas públicas durante el 15-M.
Empecemos por Ciudadanos: El eslogan que están utilizando a nivel nacional no podía ser más claro y directo: “El cambio”. Por su parte, al candidato de este partido al Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, lo acompaña en los carteles el muy rítmico y contundente “Murcia pide cambio”, sin artículos, preposiciones ni nada que distraiga del mensaje sintetizado en sólo tres palabras.
Podemos, ya desde su mismo nombre, se mueve en los mismos parámetros enérgicos y urgentes. Al igual que Ciudadanos, pretende llevar al lenguaje la fuerza de un partido joven. Así, nos hablan de “El cambio”, del “Es ahora” y, en una oración con juego de palabras incluido, “En la región de Murcia Podemos.”, recalcando el punto final que, por norma general, suele omitirse en este tipo de mensajes y que, en este caso, realza lo definitivo de la afirmación.
Ganar la Región de Murcia, coalición que agrupa a IU-Verdes-Cli AS, apela también al momento y saca a la palestra la palabra “izquierda”. “Es tiempo de izquierda”, nos dicen. Ahora que a los partidos tradicionales de este lado del espectro político les ha salido una arrolladora competencia en Podemos, no sorprende esta suma de autoafirmación y reivindicación. En el logo de la agrupación también asoman los colores de la bandera republicana.
Igualmente el PSOE apela al cambio: “El cambio que quieres”, lo que, de manera indirecta, parece advertirnos que el cambio que prometen otros es indeseable. También el lema que los socialistas han elegido para acompañar la imagen de José Ignacio Gras, candidato a la alcaldía de Murcia, aparenta llevar recado subliminal, en este caso contra el Partido Popular: “Gobernar para la mayoría”, nos dicen con resonancias sociales y demócratas. El PSOE recurre al subrayado para realzar “el cambio” y “la mayoría”.
UPyD ha optado por adentrarse en otra dirección a la hora de cautivar a los electores: Con su “Libres para luchar por la Comunidad que mereces”, la formación, a la que encabeza como candidato a la presidencia de la Región de Murcia César Nebot, hace gala de su independencia como seña de identidad frente a nuestro revuelto y confuso panorama político.
El Partido Popular vende en sus carteles continuidad, esfuerzo y sobrio pragmatismo, pero, curiosamente, con un eslogan bastante atrevido que rompe la norma que dice que éstos deben componerse de una única frase. En vez de eso, el PP nos regala tres, con rima incluida: “Trabajar. Hacer. Crecer.” Algunos, siempre a la búsqueda de dobles sentidos y juegos de palabras rocambolescos, ya han señalado el hecho de que las tres iniciales juntas, THC, componen el acrónimo del principio activo del cannabis.
En fin, para aquel que no se deje convencer por ningún eslogan por muy seductor que sea, siempre quedará el que hicieron popular los anarquistas en el Madrid de 1976, cuando, en las papeleras de la ciudad, escribían: “Deposite su voto aquí”.