El Gobierno de Murcia nombra Hijo Predilecto al obispo que fingió ser capellán para vacunarse antes contra la COVID-19
El obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, decidió vacunarse contra la COVID-19 en enero 2021, antes de que fuera su turno. Para ello, se hizo pasar por capellán: un acto que la propia institución religiosa reconoció, y por el que aseguraron que Planes “en ningún momento creyó estar actuando mal”. Un año y medio después, el Consejo de Gobierno murciano, formado por el PP y dos tránsfugas de Ciudadanos y una diputada de extrema derecha -expulsada de Vox- han decidido nombrarlo Hijo Predilecto. La condecoración se le otorgará de cara al 9 de junio, día de la Región.
En un comunicado emitido desde la administración regional hace cuatro días, señalaron que el objetivo de conceder este tipo de reconocimiento es el de “dar a conocer los principales hitos históricos vinculados al desarrollo y evolución de la Región de Murcia como Comunidad Autónoma, reconocer a las instituciones, entidades y personalidades que han contribuido a su desarrollo económico y social, difundir la imagen de la Región dentro y fuera de sus límites territoriales, y afianzar la colaboración con instituciones públicas y privadas”. Junto con el obispo, varias personalidades y entidades recibirán distinciones por su actividad.
Lorca Planes se mostró “absolutamente emocionado y sorprendido” ante la noticia del nombramiento, a través de una nota de la Diócesis. “Esto es un orgullo muy grande y un reto, porque uno tiene que hacer valer este nombramiento todos los días, para seguir trabajando con ilusión por mi tierra, por mi Diócesis y por todos los murcianos”, apuntó.
Sin indicios de delito
El obispo se vacunó contra el coronavirus cuando aún no estaba incluido en los grupos establecidos por el protocolo del Ministerio de Sanidad. La dosis se administró en el centro en el que se vacuna cada año y que pertenece a la propia Diócesis, la residencia de mayores y centro de día Hogar de Betania de Murcia.
Según dijo una fuente religiosa a este periódico, se vacunó “todo el patronato de la residencia, formado por el vicario de Murcia y párroco de San Pedro Apóstol, José Sánchez Fernández; el capellán de la residencia de ancianos, a su vez párroco de Nuestra Señora de Loreto, Tomás Cascales Cobacho; y un grupo de laicos”. El capellán de la residencia de ancianos Hogar de Betania había sido anteriormente secretario-canciller del Obispado de Cartagena.
La fiscalía murciana abrió diligencias para investigar si saltarse la cola en la vacunación contra la COVID-19 podía constituir un delito, después de que el consejero de Salud de Murcia, José Manuel Villegas, admitiera que también había adelantado su turno junto con 600 funcionarios de su cartera, a principio de 2021. Finalmente, desde el Ministerio Público concluyeron que no existía norma legal que regulara el orden de vacunación, solo protocolos sin carácter normativo. El fiscal superior de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, sentenció que saltarse la lista de vacunados podía “suponer reproche político, social o ético”, pero no un delito.
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